Los Bills deben explotar

Pasaron muchos años de espera, 27 entre uno y otro, pero los Buffalo Bills finalmente regresaron al Juego de Campeonato de la Conferencia Americana, aunque se quedaron cortos en el intento de regresar al Super Bowl.

Ese es el objetivo, pelear el campeonato de la NFL, y tienen al líder de la ofensiva que buscaron durante muchos años en Josh Allen.

Hacen falta algunas piezas en el equipo para completar un equipo de primer nivel, uno que logre separarse de la competencia. La ventana de oportunidad está abierta y los Bills tienen que ser muy creativos para aprovecharla, de lo contrario se cerrará muy pronto.

Allen encontró muy rápido la química con Stefon Diggs, quien se convirtió en el líder de la NFL en recepciones (127) y yardas por recepción (1,535) en su primera temporada con los Bills. Fue el único receptor del equipo que superó las mil yardas en la temporada, lo que nos habla que necesitan reforzar la posición. Algo de ayuda llegó con la contratación de Emmanuel Sanders, aunque harán falta más manos y piernas frescas. Ya se fueron John Brown y Andre Roberts, además de Tyler Kroft.

En la agencia libre los Bills se hicieron de los servicios de Jacob Hollister y Matt Breida para complementar el ataque, aunque parece que faltan jugadores de impacto en esa ofensiva.

El ataque terrestre en Buffalo debe explotar en 2021, en 2020 fue raquítico, no hubo corredor con mil yardas en el equipo, de hecho, son ya tres temporadas desde que no sucede ello en los Bills, el último fue LeSean McCoy en 2017 con 1,138. Devin Singletary fue por segundo año en fila el líder corredor del equipo con 687 yardas, seguido por Zack Moss (481) y Josh Allen (421), quien fue quien más anotaciones terrestres aportó al equipo con 8.

Clavados en la posición 30 del Draft en 2021, bien podrían arriesgarse los Bills a tomar un corredor en esa posición, algo similar a lo que hicieron los Chiefs el año pasado cuando se llevaron a Clyde Edwards-Helaire. Bien podrían seleccionar a Najee’ Harris (Alabama) o Travis Etienne (Clemson). Seria muy interesante, pero no creo que se atrevan.

La ofensiva de los Bills fue muy potente en 2020, fue la segunda mejor de la liga en puntos y yardas por juego, pero al ser unidimensional fue predictiva en los playoffs.

La defensiva de necesita más profundidad, estuvo en medio de la tabla en cuanto a puntos y yardas permitidas. La defensiva frontal extrañó a Star Lotuleilei, quien optó no jugar a causa del COVID-19 en 2020. Se apresta a volver al equipo, aunque también será necesario un Edge rusher para presionar a los QB rivales y explotar la potencia de la defensiva.

Muchos recordarán la temporada de Josh Norman por haber sido atropellado por Derrick Henry, imagen que desató una ola de memes, candidatos al meme del año muchos de ellos. Los mejores años de Norman ya pasaron, es por ello que los Bills podrían irse por esa vía en el Draft para mejorar la posición de cornerback que complemente y mejore la defensiva.

Son tiempos emocionantes para los aficionados de los Bills, tienen un equipo competitivo, pero necesitan más jugadores que puedan hacer la diferencia en ambos lados del balón, eso quedó de manifiesto en la final de la AFC contra los Chiefs, y es algo que deben resolver pronto, porque la competencia es fuerte.

Y esa competencia la verán en la propia división. Sus odiados Patriots, quienes dominaron el Este de la AFC las pasadas dos décadas, abrieron la chequera y van a dar guerra nuevamente, así como los Dolphins, que van en ascenso.

Josh Allen es el líder que tanto buscaron, es el momento de dar el siguiente paso y darle más apoyo en su ofensiva para regresar a un Super Bowl, es un paso que está al alcance.