:)

Football in Depth

Los dos mejores equipos del mundo.

Published

on

¡SÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ! ¡SÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ! ¡SÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ! 18 años lo esperamos, por fin está aquí, ¡por fin!

Justo cuando me dirigía a destruir mi teclado y escribir la columna menos objetiva pero más emocionante de la historia del periodismo mexicano de la NFL, mi computadora, de la manera más soez, se encargó de detenerme. Al mismísimo estilo de “Brady intentando correr” o “TODA la defensiva de Atlanta intentando tacklear” la computadora sintió pánico, se bloqueó y no permitió que ni una letra más saliera de mis insoportables y arrogantes dedos que tenían como misión restregarle al mundo que serán los 49ers los que pelearán por su sexto trofeo Vince Lombardi por parte de la Conferencia Nacional. Este abrupto suceso provocó que mi falta de raciocinio se calmara y logré reflexionar,  “¿de verdad crees que a alguien le interesa leer sobre el estado demencial en el que estás, sólo porque “tu” equipo llegó al Super Bowl?” “¿Acaso crees que la página en donde publicas, (que no lleva el nombre de MÁXIMO NINER), aceptará tu pobre artículo como si se dedicara a recaudar blogs de frustrados?… No. Entonces me tranquilicé, me dediqué a contestar mails y responder llamadas por teléfono mientras disfrutaba del juego entre New England y Baltimore…bueno, mejor dicho, del juego de Baltimore.

(Nota al pie derecho: Recibí más felicitaciones el domingo que el día de mi cumpleaños (incluyendo Faisbuu), y, a excepción de aquellas provenientes de las personas más cercanas en mi vida como Patrick Willis y Frank Gore, encontré una divertida similitud en todas… ¡NADIE sabe qué decirte! Es algo así como cuando te gradúas y la gente te habla y se da una conversación así:

Felicitante: – Hey, muchas felicidades.

Graduado: – Hey, gracias.

Felicitante: – Ya todo graduado.

Graduado: – Sí

Felicitante: – ¿Qué se siente? Todo graduado.

Graduado: – Padre… sí.

Felicitante: – Hey, que bueno.

Graduado: – Hey, sí.

 

¡NO! Al igual que cuando te gradúas, las felicitaciones por teléfono son de las experiencias más incómodas de la historia, es como que el “felicitante” a media llamada se da cuenta que es una estupidez lo que está haciendo, entonces su cerebro inevitablemente se bloquea, elimina 95% del vocabulario aprendido y sobrelleva la situación con el seguro Heeeey).

En fin, gracias a que mi ordenador de palabras (Word) se bloqueó; hoy, más tranquilo, puedo escribir de manera objetiva por qué San Francisco y Baltimore jugarán en el Super Bowl XLVII y por qué fueron los dos mejores equipos de la temporada.

Ambos Head Coaches tomaron decisiones nada populares pero altamente efectivas, ambos ignoraron las opiniones y aleccionaron a la liga. Antes de empezar este punto, tengo que pedir una disculpa por esto y por esto. Evidentemente yo y todos los que pensamos que Jim Harbaugh estaba equivocado por tomar una decisión que parecía arrebatada; no nos queda más que retractarnos al estilo “Lance” y aceptar el hecho de que el reemplazo de Colin Kaepernick por Alex Smith llevó a San Francisco al Super Bowl (se llama Super Bowl, es nombre propio, no se llama “Super Tazón”, “Antesala”, “Fiesta Grande”, etc.). Colin, con sus 7 juegos como titular, será el tercer QB con menos juegos como titular empezando un Super Bowl. Su versatilidad convirtió a San Francisco en el equipo más balanceado de la liga. John Harbaugh, por su parte, en quizá una de las decisiones olvidadas de la temporada, despidió a Cam Cameron (Coord. Ofensivo) cuando Baltimore tenía un récord de 9-4 y lideraba su división. Su reemplazo, Jim Caldwell, comprobó ser más eficiente para lo que este equipo necesitaba. Aunque los Ravens aumentaron en un punto anotado su promedio por partido, Caldwell revivió un ataque terrestre que era fundamental para que Joe Flacco se convirtiera en el QB más ganador como visitante en playoffs en la historia de la NFL.

Ambas líneas ofensivas son las mejores en la liga. No hay ninguna estadística oficial que identifique a la mejor línea ofensiva, pero en mi opinión las dos mejores jugarán en New Orleans. San Francisco: los cinco titulares no se lesionaron durante la temporada (dato curioso que nada tiene que ver, pero estoy en pro de que la gente lea: Arizona y Seattle también tuvieron la suerte de tener a sus 5 linieros intactos cuando jugaron el SB en 2008 y 2005 respectivamente, los tres equipos de la misma división). Los 49ers son cuartos en ataque terrestre con 155.7 yardas por juego y sus bloques en jugadas de opción son imparables (y seguirán). Baltimore: el staff de coaches no puede estar más feliz del cambio hecho al mover a Michael Oher como tackle derecho, Kelechi Osemele como guard derecho y darle la titularidad a Bryant McKinnie como tackle izquierdo. Desde el cambio, Joe Flacco sufrió 4 sacks en 3 juegos.

Ambas defensivas juegan su mejor Football en los momentos necesarios. De septiembre a diciembre la defensiva de Baltimore estuvo 65.6 jugadas por partido en promedio y aceptó 21.5 puntos, en los tres juegos de playoffs han estado un promedio de 86 jugadas por partido, pero sólo han aceptado 14.3 puntos. Corey Graham (CB), quien reemplaza a Lardarius Webb, parece estar en su mejor momento; Terrell Suggs cada semana se ve más recuperado de su lesión; Paul Kruger sorprendió a toda la liga con su habilidad para presionar al QB; y, bueno, Ray Lewis está de regreso como el líder más grande en la historia de la liga. Por otro lado, la defensiva de San Francisco fue dominante ESPECTACULAR INVENCIBLE (me dejé llevar) toda la temporada. Son #2 en puntos en contra con 17.1, #3 en yardas totales permitidas con 294.4, #4 por tierra y por aire con 94.2 y 200.2 yardas respectivamente. Quizá lo mejor que tiene esta unidad es a su coordinador defensivo, Vic Fangio, que demostró en estos playoffs estar a la altura de los mejores. Con sus ajustes, los 49ers recibieron 10 puntos en el segundo tiempo. Seis jugadores enviados all Pro Bowl y el mejor linebacker de esta generación, Patrick Willis, llevaron a San Francisco al Super Bowl.

Ambos quarterbacks representan la calma y liderazgo que se necesita para ganar en los momentos más difíciles. Tercera y siete por avanzar, Colin se queda viendo a un sólo receptor de lado izquierdo, la defensiva de Green Bay lee sus ojos como lo haría contra cualquier QB sin experiencia y…simplemente pasa lo que todos estábamos esperando: la primera intercepción de Colin Kaepernick en su 1er. juego de playoffs se dio a unos minutos de empezado el juego, lo que provocó el clásico: “¡Te lo dije Harbaugh! ¡No está listo!” de muchos. Tres horas y una victoria después, Kaepernick terminó el juego con 263 yardas por aire, 181 yardas corriendo (RÉCORD NFL), y 4 TDs totales. Contra Atlanta, Kaepernick jamás dio muestras de presión o desesperación aún cuando parecía que la ofensa no producía ni emociones. Increíblemente, dicha intercepción es el único error de Colin, un jugador que prácticamente es novato. Ahora, ¿Joe FLUKO? ¡Todo menos eso! Flacco, como siempre, nos regaló su mejor Football en playoffs, cuando más importa. En sus tres juegos, Flacco promedió 284 yardas por aire y un total de 8 TDs sin una sola intercepción (sólo 5 QBs han lanzado al menos 8 TDs en la historia, entre ellos Joe Montana y Steve Young). Tal vez la mejor representación de su juego y liderazgo se dio contra Denver en aquel pase a Jacobi Jones con 30 segundos restantes en el último cuarto, con el que empató el juego y salvó la temporada de Baltimore. Por si a alguien se le olvidó, Flacco venció a dos de los mejores quarterbacks de esta generación en semanas consecutivas; por si a alguien se le olvidó también, Flacco únicamente necesita 3 TDs para igualar el récord de la NFL en playoffs.

Ambos equipos jamás se dan por vencidos. La probabilidad de convertir una 4ta. oportunidad y 29 yardas por avanzar, es menor que aquella que tiene Enrique Peña Nieto para pasar el examen TOEFL. ¿Recuerdan qué equipo lo logró en la temporada? Baltimore demostró semana tras semana que los 53 jugadores activos comparten la misma lucha y pelea insaciable que Ray Lewis transmite. Los Ravens no fueron favoritos en ninguno de sus tres juegos de playoffs;  contra Denver lograron uno de los regresos más impresionantes y, el domingo pasado destruyeron una de las rachas más grandes de la NFL al vencer a Bill Belichick en su casa después de terminar el primer tiempo abajo en el marcador (Belichick llevaba 67 victorias consecutivas). A lo mejor va a parecer insignificante, pero aquel partido empatado contra San Francisco mostró una pelea importante que marcaría a este equipo. Los Rams dominaron completamente ese partido (458 vs 341 yardas totales), lastimaron a Alex Smith y expusieron a la defensiva como nadie lo había hecho. En ambos juegos de playoffs San Francisco inició el juego atrás en el marcador; en el último, lograron uno de los regresos más grandes en la historia al estar abajo 17-0 en los primeros 16 minutos. Finalmente, no hay mejor manera de dejar claro este punto que recordar las últimas derrotas sufridas por ambos la temporada pasada, las imágenes de Kyle Williams soltando el balón y Lee Evans dejando caer un pase en los últimos minutos de ambas finales de conferencia del 2011, fueron repetidas más que cualquier Top 10 de NFL Network. Los dos usaron tan grandes derrotas como motivación para esta temporada, los dos aprendieron de sus errores, los dos nos lo demostraron.

En la liga más competitiva del mundo (esta se acerca rápidamente) donde el margen de error es tan chico que una mala contratación (Tebow), una patada desviada (Cundiff), un cambio de jugada (Manning), un despido de algún coach (Bruce Arians), una suspensión (Sean Payton), un segundo de perder de vista el balón (Rahim Moore) o una lesión (Gronkowski-Griffin-Ponder) representan la diferencia entre perder o jugar el partido más importante y más visto del mundo, hoy los Baltimore Ravens y los San Francisco 49ers son los dos mejores equipos.