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El fiasco de los Colts y otro milagro
Los Indianapolis Colts perdieron el juego ante los Minnesota Vikings con el mayor regreso en la historia, 33 puntos de diferencia; al medio tiempo Indianápolis no había permitido un solo punto.
Minnesota había cometido errores graves durante los primeros dos cuartos y una vez que vieron la ineficacia de los Colts para hacer el trabajo ofensivo, se montaron para regresar al partido dramáticamente en tiempo extra y ganarlo 39-36.
A Matt Ryan no le bastó perder un Super Bowl cuando ganaba 28-3 ante los Patriots, sino que ahora también será parte del fiasco en el que se han convertido los Colts esta temporada ligando su cuarta derrota y entrando en otro récord negativo en la historia de la NFL.
No vamos a quitarle mérito a los nuevos campeones del Norte de la Nacional, los Vikingos han visto cómo sus aspiraciones se esfuman en el momento clave de los playoffs en toda su historia, pero esta no iba a ser la tarde para el olvido, la gran respuesta de Minnesota tiene cómplice y el problema viene desde hace unas semanas.
Los Colts tomaron la decisión de correr a su entrenador Frank Reich cuando tenían una marca de 3-4-1, con la frustración de un empate ante los Texans y ver cómo las posibilidades de ser un equipo contendiente se desvanecían a pesar de la llegada de Matt Ryan como cualquier otro quarterback en la franquicia de los últimos años.
El dueño Jim Isray no solo despidió al head coach, sino que una semana antes le habían dado las gracias a su coordinador ofensivo, siendo Reich quien tomaba las decisiones de mandar las jugadas y absorber la culpa de tener la línea ofensiva mejor pagada en toda la NFL con desastrosas actuaciones, y eso no fue lo peor.
Nombraron a Jeff Saturday como el coach interino, siendo analista de televisión y con pocos partidos de experiencia entrenando en la preparatoria de su hijo para hacerse cargo del equipo ganando su primer partido ante los Raiders.
El mismo equipo al que había criticado días antes como un desastre, pudo derrotarlo y sostener lo que había dicho en televisión, pero en la NFL no hay magia para convertir a un equipo ganador y lo dije, esto se convertiría en un desastre aún peor.
Los Vikings vivieron otro milagro en Minneapolis y jamás bajaron los brazos a pesar de los errores que fueron constantes incluso hacia el final del partido, incluyendo a los oficiales, pero luego de ver historia en la NFL, entendemos cómo los Colts fueron cómplices, cuestión de perspectiva.