Super Bowl LIII: Una revancha para los Rams

Por primera vez en la historia de la NFL vimos dos finales de conferencia que tuvieron que terminar en tiempo extra. En la primera, Los Angeles Rams vencieron de manera polémica a los New Orleans Saints, mientras que en la segunda vimos un año de dominio más de los New England Patriots en la Conferencia Americana. Así es, Rams y Patriots se verán las caras en el Super Bowl LIII, mas esto no será algo nuevo para nadie.

Rebobinen su cinta y volvamos 17 años en el tiempo. Llegamos al Super Bowl XXXVI, al Mercedes-Benz Superdome, donde los Patriots y los entonces St. Louis Rams están listos para arrancar el partido de sus sueños.

En ese entonces, los papeles eran totalmente diferentes a los de hoy en día: los Rams de Kurt Warner eran favoritos y pocos ponían sus esperanzas en un equipo de Nueva Inglaterra liderado por un chico de 25 años.

Warner y compañía venían de conseguir su primer título nacional ante los Titans en la ciudad de Atlanta -donde se estará jugando la edición 53 del Super Bowl– en el año 2000. Su ofensiva era de las más temidas de la competición y, a pesar de la llegada de los pupilos de Bill Belichick, los de St. Louis estaban confiados tras la baja de Drew Bledsoe.

Para mal de ellos, no tenían ni idea del oleaje que venía directamente en contra.

Al inicio, los Pats detuvieron en seco al tren de los Rams al permitirles solo un gol de campo en el primer cuarto y, después, al propinarles una intercepción de 47 yardas que devolvería Ty Law hasta la zona de anotación.

Si eso no fuera suficiente problema, Brady mostró destellos de su futuro y aumentó la ventaja a 11 puntos gracias a un pase para touchdown que capturó David Platten. Más adelante, los equipos regresaron del descanso y Adam Vinatieri se encargó de distanciar más a los de Foxborough.

La ausencia ofensiva de los Rams impactó a propios y extraños. Tuvo que llegar la presión del último cuarto para que Warner corriera primero a las diagonales y, posterior a la pausa de los dos minutos, lanzara para 26 yardas y un touchdown de Ricky Proehl que puso tablas el marcador (17-17).

¿Cuál fue el error? El que han cometido uno y otro equipo en la historia reciente: dejarle tiempo en el reloj a Bill Belichick.

Tom Brady comenzó la última ofensiva en su propia yarda 17 y, después de una serie de ocho jugadas, Vinatieri solo tuvo que repetir su estrategia para cometer la hazaña mayor: darle la victoria a New England.

Desde esa derrota 17-20, los Rams no han vuelto a un Super Bowl, pero, ahora, la ciudad que los vio llenarse de gloria, podría llevarlos a sonreír otra vez.

Mientras que para Tom Brady este será su noveno Súper Tazón, Sean McVay y Jared Goff estarán viviendo la experiencia por primera vez desde el Mercedes-Benz Stadium el próximo 3 de febrero.