Un cierre inimaginable para C.J. Anderson

Los Denver Broncos recibieron a C.J. Anderson en 2013 y con él consiguieron su tercer Super Bowl en la historia de la franquicia. Para mala suerte de Anderson, los años parecen haberle cobrado factura en Denver y un novato explosivo llegó a quitarle su lugar, por lo que su carrera se adentró en el limbo por momentos.

“Fue difícil (salir). Lo di todo por Denver y los fans. Venir de una extraordinaria campaña y ya no poder ser parte del equipo me dolió”, mencionó Anderson sobre su corte de la institución para ProFootballTalk.

El veterano se probó primero con los Carolina Panthers, el combinado de Christian McCaffrey. Bajo el mando de Ron Rivera, Anderson pudo participar en nueve partidos este año, pero sus más de 100 yardas en la misma cantidad de juegos no fue suficiente para otorgarle más tiempo en el roster.

Posteriormente, otra oportunidad vendría del otro lado de los Estados Unidos con los Oakland Raiders de Jon “Chucky” Gruden, donde no le vimos ni una sola participación al corredor californiano.

“Cuando me cortaron del equipo en Oakland, pensé que ese había sido el final de la temporada para mí”, señaló el una vez seleccionado para el Pro-Bowl. “Confiaba en que mi currírculum me pudiera dar una oportunidad durante la agencia libre en marzo”.

C.J. también pasó por unas pruebas con los Chiefs, pero ellos no estuvieron interesados. Carolina se fijó que tenían a su estrella en McCaffrey y, finalmente, Oakland prefirió a un chico que conociera el playbook -para cubrir a Derek Carr– antes que la experiencia de alguien como Anderson.

Todo parecía terminado, mas Los Angeles Rams no dejaron ir la ocasión de contar con alguien que pudiera cubrir las ausencias de Todd Gurley por lesiones.

“Llegué y de inmediato comencé a trabajar con los pies y con las grabaciones de los Rams para entender un poco al coach McVay. Llegué para aprender las jugadas y poder ayudar de la manera que fuera posible al equipo”, añadió Anderson, quien firmó con los angelinos el 18 de diciembre.

Desde su arribo al estado que lo vio nacer, el No. 35 de los Rams registra 422 yardas en 66 acarreos y 4 touchdowns en tres participaciones en la cancha. Ahora, la mente está en conseguir ese segundo Super Bowl en su carrera.