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Desde una isla caribeña
Haití es reconocida mundialmente por el nivel de pobreza en la que está sumergida y por el terremoto que destruyó la mayoría del país en enero del 2010.
Diez años antes de esta tragedia, nacíó en la capital Puerto Príncipe, Pierre Desir.
En 1994, estando Haití en crisis económica y política, la familia de Pierre decide mudarse a Estados Unidos en busca de una mejor vida.
A la edad de cuatro, el pequeño Desir llegó a Missouri. Su primer contacto con el deporte fue a través del soccer; sin embargo en su primer año en la secundaria “Francis Howell Central”, en St. Louis, empezó a practicar football. Sus inicios fueron como corredor y defensivo secundario.
Su talento generó interés de universidades como Missouri, Kansas y Kansas State, pero debido a su bajo rendimiento académico tuvo que optar por una universidad de menor prestigio. En 2008 se enroló en la Universidad de Washburn en Topeka, Kansas. En 2009 y 2010 fue titular en todos los juegos de temporada.
El 2010 marcaría su vida y la de su familia. A consecuencia del terremoto, su abuelo y un primo perdieron la vida. Desir no pudo ir a Haití y ayudar a su gente.
Poco después de la tragedia declaró que se encontraba afectado por lo ocurrido, que era un hombre muy apegado a su familia; se sentía de cierta manera impotente por no poder brindar ayuda. Que ayudaría estudiando y jugando football.
Para ese entonces, ya había contraído matrimonio y tenía una hija de cuatro años y otra casi recién nacida; ellos junto con sus padres vivían en St. Charles, Missouri.
Acabando la temporada 2010 y motivado por el único deseo de estar cerca de su familia solicitó ser transferido a la Universidad de Lindenwood, sin importar las consecuencias para su carrera de football. Su familia lo era todo.
Washburn le negó la transferencia, por lo que decidió abandonar la escuela. Por regulaciones de la NCAA no pudo jugar inmediatamente y dejó de jugar en 2011.
Para conseguir dinero, comenzó a trabajar como conserje mientras se le permitía regresar al football. Al menos, había conseguido estar cerca de su familia.
Después de la tragedia y las dificultades, el panorama comenzó a aclararse. En 2012 y 2013 tuvo buenas temporadas y los mejores números de su carrera; sobre todo su última como colegial en la que consiguió el Premio Cliff Harris, otorgado al mejor jugador defensivo de universidades menores.
Desir está a punto de convertir sus sueños en realidad. Dentro de mis rankings es el décimo mejor CB este Draft y tiene grandes posibilidades de ser elegido en la tercera ronda. Será el quinto haitiano en jugar en la NFL.
Una historia conmovedora de un chico de escuela poco conocida, con un pasado difícil, lleno de talento el cual por diversas circunstancias no pudo tener los reflectores y seguimiento que merecía.
Pierre Desir está dispuesto a triunfar en la NFL para ayudar a su familia.
Twitter: @MGutierrezNFL
Correo: [email protected]