Super Bowl LVIII, All in en Las Vegas

San Francisco 49ers y Kansas City Chiefs llegan al momento de la verdad en la temporada de la NFL y deben ir All In en Las Vegas para ganar el Super Bowl LVIII.

Hay que dejar todo en la mesa en el juego de campeonato de la NFL. Para los 49ers se presenta una nueva oportunidad de llegar a seis títulos de la NFL y romper una sequía de 29 años sin alzar el trofeo Vince Lombardi, mientras que para los Chiefs se abre la puerta para lograr el primer bicampeonato de la liga en casi dos décadas y su cuarto anillo de Super Bowl.

San Francisco ganó su quinto título de la NFL en la temporada de 1994, en la edición XXIX del Super Bowl cuando vencieron 49-26 a los San Diego Chargers. Hasta ese momento llevaban un paso inmaculado en juegos de campeonato, de cinco disputados habían ganado cinco.

Desde entonces, han perdido dos Super Bowls, en 2012 34-31 frente a los Baltimore Ravens en la edición XLVII y en 2019 cayeron 31-20 ante Kansas City en la LIV.

Ese fue el regreso a la cima de la NFL para los Chiefs, que tardaron 50 años en volver a jugar por el campeonato de la NFL y han sido invitados asiduos desde entonces, con su cuarta aparición en los últimos cinco años. De ganar Kansas City se consolidaría como la nueva dinastía de la liga.

Hace tres años, los Chiefs no tuvieron oportunidad de lograr el primer bicampeonato desde que los Patriots lo hicieron en las temporadas de 2003 y 2004, cuando Tom Brady y los Tampa Bay Buccaneers se interpusieron en su camino con una paliza por 31-9.

El Super Bowl LVIII presenta un duelo de contrastes en muchos sentidos. Por un lado está Andy Reid, head coach que busca su tercer campeonato de la NFL, frente a Kyle Shanahan, quien busca su primero. Uno es un veterano de mil batallas, con 65 años de vida y el cuarto lugar histórico en la lista de victorias para un entrenador. El otro es un joven de 44 años con largo historial ya en la liga, pero que busca su primer anillo de campeón.

En los quarterbacks, Patrick Mahomes, dos veces Jugador Más Valioso de la NFL y dos veces campeón de Super Bowl. Es el rostro actual de la NFL y quien rompió con una maldición de que el MVP de la temporada no podía ganar el campeonato de la liga. Él lo hizo el año pasado y además fue el MVP del Super Bowl.

Enfrente está Brock Purdy, quien tiene una historia fantástica, el Mr. Irrelevant, la última selección del draft de 2022 que ha sido una sensación con los 49ers y que en su primer año como titular indiscutible del equipo ya está en el Super Bowl. Es un jugador al que pocos le dan el crédito que merece, pues lo llaman un administrador, un tipo que está rodeado de mucho talento.

Pero Joe Montana, quien ganó todo con San Francisco, ya lo dijo hace unos días, que el éxito de Purdy se basa en que entendió desde muy temprano cuál era su rol en esta ofensiva, aprender a darle el balón a los jugadores más capaces, a los más hábiles para hacer una jugada grande y Kyle Shanahan lo refrendó esta semana. Una de las principales cualidades de los quarterbacks en la NFL es la de saber ser buenos administradores.

Purdy fue líder en la NFL en yardas por pase, en porcentaje de victorias y en rating en esta temporada y fue clave en el regreso de los 49ers en el juego de campeonato de la NFC para remontar y vencer a los Detroit Lions.

Purdy quiere entrar en los libros de historia de San Francisco y de la NFL, unirse a Joe Montana y a Steve Young, como los quarterbacks campeones de una franquicia que fue una dinastía en los 80’s.

El Super Bowl LVIII también presenta a dos grandes defensivas, unidades dominantes que buscarán hacer valer la frase de que las defensivas ganan campeonatos. La defensiva de los Chiefs cargó al equipo en buena parte de la temporada. Fue la segunda mejor de la NFL en yardas totales por juego, con 289.2 en la temporada regular. Una unidad comandada por Chris Jones, que fue la cuarta mejor contra el pase en la campaña, permitiendo 176.5 yardas por juego.

Ese será un gran reto para Kansas City, tratar de contener a una ofensiva dinámica, que tiene en Christian McCaffrey como líder corredor de la NFL, pero quien además de una gran amenaza recibiendo pases. Acompañado de Deebo Samuel, Brando Aiyuk y George Kittle, un cuerpo de las mejores manos para atrapar el balón.

La defensiva de San Francisco fue de las mejores de la liga en general, la tercera mejor contra la carrera en la temporada, aunque ha sido una debilidad en los playoffs al permitir más de 300 yardas a Detroit y Green Bay.

Eso podría abrir una oportunidad para Isiah Pacheco y el ataque terrestre de Kansas City, para quitarle presión a un cuerpo de receptores que fue el que más pases soltó en la temporada.

Chiefs y 49ers tienen a dos de los mejores alas cerradas de la NFL. Travis Kelce y George Kittle son de lo mejor en la posición.

Hay muchos líneas de historia que se pueden seguir en el Super Bowl LVIII, lo cierto es que tanto 49ers como Chiefs deben ir All In y dejar todo en la mesa para lograr el título y tener el derecho de ser llamados los campeones de la NFL.