Cleveland domina en las trincheras

En lo que fue un clásico partido de rivalidad divisional, los Cleveland Browns dominaron las trincheras y dieron cuenta de los Pittsburgh Steelers 29-17 y podría ser el inicio del fin para Mitchel Trubisky como quarterback del equipo.

Ello podría traducirse en un mal augurio para Kenny Pickett, el quarterback novato de los Steelers que está esperando su momento, porque jugar detrás de una línea ofensiva tan mala solamente sería lanzarlo al matadero.

Ya sabremos cual es la determinación de Mike Tomlin y Matt Canada con el manejo de la posición de quarterback en la edición 2022 de los Steelers. Lo cierto es que en un duelo parejo, Cleveland dominó en la trinchera en ambos lados del terreno de juego. El marcador se dispara al final, con la desesperación de Pittsburgh, pero los Browns hicieron un buen trabajo.

Cuando los Steelers estaban al ataque, era muy complicado que Trubisky encarara una bolsa de protección limpia, para poder buscar un receptor abierto con un poco de calma. O que Najee Harris encontrara huecos que explotar con su velocidad y determinación para correr.

Y cuando los Browns tenían el balón en su poder, el esquema de bloqueo funcionó muy bien y Nick Chubb, quien es un extraordinario corredor, hizo pedazos a la defensiva de Pittsburgh. Además de que Jacoby Brissett pudo buscar a sus receptores y explotó a su ala cerrada, David Njoku, en un partido favorable para él.

Al final de cuentas, los Browns salen con la victoria, la tercera de Kevin Stefanski contra los Steelers, su rival de división, y dejan un panorama oscuro para los Steelers. En la nueva era de los Browns no había un head coach de los Browns que le ganara tres juegos a Pittsburgh, el último en hacerlo fue Bill Belichick en sus 5 años de gestión en el equipo.

Hay cosas que corregir para Cleveland para que cierre con calma los partidos apretados. Stefanski lo sabe, principalmente en las patadas cortas, cosa que deberá corregir y eso se hace con trabajo.