Hay urgencia en Cowboys

En los Dallas Cowboys hay urgencia de una temporada ganadora con aspiraciones reales de trascender en los playoffs y pelear el título de la NFL para recuperar el brillo de una franquicia ganadora.

De los campeonatos de Super Bowl ya solo quedan los recuerdos en la memoria y el equipo ha navegado en la mediocridad desde el más reciente título de la NFL, en la temporada de 1995. Un equipo que se dice grande no puede aferrarse a un recuerdo de hace 26 temporadas.

En ese lapso, los Cowboys tienen una marca acumulada de 220-197 en temporada regular, con 4 triunfos en playoffs y 11 derrotas. Ni siquiera han avanzado al Juego de Campeonato de Conferencia desde aquella victoria en el Super Bowl XXX frente a los Pittsburgh Steelers, es por eso que el sentido de urgencia debe sentirse en los Cowboys.

Sí, es un hecho que se vivieron años dorados en la historia de la franquicia, con 5 títulos de Super Bowl, pero ya es mucho tiempo sin que la afición del Equipo de América celebre un título y se aferre a la esperanza de esperar que este será el año del resurgimiento.

En la gestión de Jerry Jones como dueño de los Cowboys van 8 entrenadores en jefe con Mike McCarthy. Antes de Jones, el equipo solamente tuvo al legendario Tom Landry. Será el tercer año de McCarthy como el responsable del equipo, dio un salto de calidad de una campaña de 6-10 a una de 12-5 en temporada regular, pero fracasó de forma descomunal con la derrota en la ronda de comodines frente a San Francisco en calidad de local. Y lo peor de todo fueron las formas, el funcionamiento del equipo y la forma en la que se definió el juego, agotándose el tiempo, sin siquiera hacer un intento de ave maría, para después salir a defender la decisión de la jugada.

McCarthy llega a una temporada decisiva en el futuro de su proyecto con el equipo, y contará con sus dos tres coordinadores de regreso por un año más, a pesar de las entrevistas y de la posibilidad de que partieran, Kellen Moore y Dan Quinn estarán de vuelta para comandar la ofensiva y la defensiva, además de John Fassel con los equipos especiales.

La defensiva necesita mejorar mucho, si bien demostró que puede ser oportunista y provocar intercambios de balón, sus números no fueron nada buenos en el balance final. La línea defensiva necesita mucha ayuda en el interior, ya sea para contener el ataque terrestre de los rivales o para evitar que los linieros ofensivos rivales lleguen tranquilos al segundo nivel de la defensiva de los Cowboys y le compliquen la vida a Vender Esch.

Micah Parsons demostró que puede ser una bestia y marcar la diferencia con sus jugadas grandes, pero necesitan más ayuda en el interior de la línea. La de Dallas es una defensiva de media tabla para abajo, que supo generar pérdidas de balón, pero también permitió muchas jugadas grandes. Hace falta además un linebacker para complementar esa posición. Luke Gifford no puede ser el titular en la NFL. El equipo le dio una última oportunidad a Vander Esch con la esperanza de que retome el nivel de su año de novato, pero necesita ayuda de los defensivos frontales.

Dante Fowler Jr también recibió un voto de confianza para presionar a los quarterbacks, ante la fallida extensión de contrato de Randy Gregory, quien se mudó a los Broncos. Dallas necesita talento joven en la posición de EDGE para complementar a Demarcus Lawrence. La generación colegial es profunda y en Dallas hay necesidad para generar presión.

En la ofensiva, será clave darle profundidad a la posición de receptor abierto, además de apuntalar la línea ofensiva. El relevo de Tyron Smith hay que irlo preparando, pues el tackle izquierdo ya está en sus últimas y las lesiones lo han afectado mucho. Lejos está Dallas de tener una línea ofensiva dominante para cuidar bien a Dak Prescott y abrirle huecos a Zeke Elliott o Tony Pollard.

Las bajas en la posición de receptor obligan a pensar que estarán atentos a quien cae y esté disponible cerca del final de la primera ronda. Además de esperar que en su segundo año en la NFL Simi Fehoko pueda involucrarse más en la ofensiva. Es una posición a la que hay que darle profundidad.

Los más recientes drafts han traído mucho valor para el equipo, con jugadores como Micah Parsons y CeeDee Lamb, las más recientes dos primeras selecciones del equipo, personajes que dieron resultados inmediatos. Hay urgencia en Cowboys por hacer que esas generaciones den los mejores resultados y pelen por el título de la NFL, antes de que pasen a ser otra generación perdida en Dallas.

De la generación de 2018, Dallas buscará rescatar a Leighton Vander Esch al darle un contrato por una temporada, y confían en que Michael Gallup, una vez que se recupere tendrá un rol de primera línea del lado contrario a Lamb. Dalton Schultz se apoderó de la posición de ala cerrada, siendo los tres jugadores más destacables de esa generación.

Hay otros que emigraron este año en la agencia libre, como Connor Williams y Cedrick Wilson, quienes ahora buscarán brillar en Miami. Dallas necesita llegar lejos en los playoffs en 2022, avanzar por lo menos al Juego de Campeonato de la NFC y dar el paso que le falta al equipo y silenciar las críticas que se han acumulado a lo largo de 26 años. Este, este si debe ser el año de los Cowboys.