Browns van ALL IN con Watson

Los Cleveland Browns van ALL IN con Deshaun Watson, una apuesta arriesgada que podría redituar grandes beneficios o estallarle en las manos.

El riesgo es mayúsculo desde el punto de vista de relaciones públicas y es algo con lo que los Browns tendrán que lidiar y lo han comenzado a hacer desde la conferencia de prensa de presentación de Watson, luego de que las preguntas fueron constantes sobre las demandas que hay en su contra por conducta inapropiada y acoso sexual.

En lo deportivo, los Browns confían en que el ir ALL IN con Deshaun Watson es la apuesta correcta para ponerle fin al estado de mediocridad eterna con la que renació la franquicia.

Por increíble que parezca, los Cleveland Browns no siempre han sido sinónimo de un equipo perdedor, de acumulación de nombres en un jersey de quarterback sin poderle pegar al premio mayor y encontrar al líder que los llevará a salir del oscurantismo.

Los nombres se acumulan con fracasos consumados iniciando con Tim Couch, pasando por Johny Manziel y Baker Mayfield, con una larga lista que parece interminable en medio de quienes lo intentaron, pero fracasaron en el camino.

Hubo una época en la que los Browns avanzaron de forma regular a playoffs y pelearon el campeonato de la Conferencia Americana, de hecho, en un lapso de un lustro perdieron tres veces el juego de campeonato de la AFC y fue en la era del Super Bowl.

Ni qué decir del momento en el que dominaron la prehistoria del futbol americano profesional, con SIETE campeonatos de la NFL en una década, cinco de ellos consecutivos. Claro para ello tendríamos que remontarnos a los años entre 1946 y 1955, otra época.

Desde que la NFL decidió que la franquicia renaciera en 1999, luego de una desaparición de cuatro años, los Browns solamente han tenido tres temporadas con récord ganador y dos veces avanzaron a playoffs, sin poder pasar de la ronda divisional.

Con Kevin Stefanski entrando a su tercera temporada como el entrenador en jefe, parece que las piezas están acomodadas para que el equipo pueda trascender. Su primer año en el cargo fue esperanzador, con marca de 11-5, una victoria en playoffs sobre los archirrivales Steelers en la ronda de comodines 48-37 y pegarle un susto a los Kansas City Chiefs, a la postre campeones de la AFC y derrotados en el Super Bowl LV.

El año pasado hubo un retroceso en el equipo y mucho tuvo que ver que Baker Mayfield estuvo mermado por una lesión en el hombro, lo que dio el pretexto perfecto a un quarterback seleccionado con el pick 1 global del draft de 2018 que no ha podido ser la diferencia, a pesar de estar rodeado de talento.

De hecho, la generación de 2018 del draft, se puede decir que cumplió con creces el objetivo de generar al menos a dos titulares indiscutibles. En los Browns se cuenta a Nick Chubb y a Denzel Ward como los jugadores inamovibles. Ahora en Cleveland esperan poder encontrarle acomodo a Mayfield en otro equipo vía trade, y tratar de sacar al menos una selección de tercera o cuarta ronda en el draft.

Si los Browns se había arriesgado con Kareem Hunt por sus antecedentes fuera del campo, ahora con Deshaun Watson duplicaron esa apuesta. Con el brazo de Watson, quien lideró la NFL en yardas por pase en 2020 con 4,823, además de sumar 33 pases de anotación y solamente 7 intercepciones, y la llegada de Amari Cooper en un cambio con los Dallas Cowboys, todo indica que hay un potencial increíble en la ofensiva para alcanzar el siguiente nivel.

La ofensiva de Cleveland fue la 18 de la NFL el año pasado por culpa del ataque aéreo, que fue el 27 de la liga con un promedio de 198.3 yardas por partido, cuando la terrestre fue la cuarta mejor, con potencial de ser la número 1, con 145.4 yardas en promedio por juego.

La defensiva tiene todo puesto para ser el contrapeso y cargar con la responsabilidad, fue la quinta mejor de la NFL el año pasado y si mantiene ese nivel, y la ofensiva funciona mejor con la llegada de Watson y Cooper, es posible, solamente digo que es posible, que les funcione la apuesta y valga la pena el haber ido ALL IN.

No hay que olvidar que siguen pendientes las resoluciones de las 22 demandas civiles en contra de Deshaun Watson y el potencial castigo que le pueda imponer la NFL al quarterback por violar el código de conducta personal.

En lo deportivo, los Browns están a unas cuantas piezas de ser un equipo contendiente y con posibilidad de dejar de lado la mediocridad que los acompaña desde su renacimiento. El grave problema está en las formas o en la justificación de los medios para alcanzar un fin.