NFL
Barkley tiene sed de venganza
Saquon Barkley tiene sed de venganza, de demostrar que puede ser un jugador especial y demostrarle a los Giants y a sus detractores que el equipo de Nueva York no se equivocó en reclutarlo en el draft de 2018.
Barkley, segunda selección global del draft, ha tenido muchos problemas con las lesiones y sumó solamente 627 yardas en las últimas dos temporadas, con un total de tres anotaciones en ese periodo. Se vio afectado por problemas en la rodilla y el tobillo. En su carrera de cuatro temporadas en la NFL acumula 2,937 yardas terrestres, con 19 anotaciones, además de 1,482 yardas por pase, en 190 recepciones y 8 touchdowns más.
“Para ser honesto, estoy cansado de todo lo que se ha escrito de mí, las mentiras que se han dicho de mí y de este equipo”.
Saquon Barkley, RB giants
“Quiero salir y probarle a esta organización que el jugador al que seleccionaron sigue aquí, que puedo hacer cosas especiales con el balón en mis manos y que puedo ayudarle a este equipo”, dijo Barkley después de una sesión de entrenamiento de los New York Giants, parte de la preparación del mini campo de entrenamiento voluntario.
Barkley tuvo una primera temporada de ensueño en la NFL, al superar las dos mil yardas desde la línea de golpeo, con 1,307 yardas terrestres y 11 anotaciones, además de 91 recepciones y 721 yardas por pase, para un total de 2,028 yardas. Ahora tiene sed de venganza, pero no contra alguien en especial, sino por demostrar que está recuperado y es un jugador que vale.
El corredor de los Giants sufrió la ruptura del ligamento anterior cruzado de la rodilla derecha en la temporada 2020 y tardó en regresar a su mejor forma. La campaña pasada, sufrió una lesión en el tobillo luego de pisar a un defensivo de Dallas Cowboys.
“Definitivamente me siento diferente, mucho mejor ahora. Me siento como el viejo Saquon. Obviamente no me quiero anticipar, me quiero concentrar en los pequeños detalles y mejorar cada día”, comentó.
En la temporada baja surgió la posibilidad de que fuera negociado a otro equipo con la llegada de un nuevo gerente general, Joe Schoen, y entrenador en jefe, Brian Daboll, pero a final de cuentas no sucedió y Barkley prefiere concentrarse en mejorar y tiene sed de venganza de las lesiones que lo han afectado y responder a la confianza que todavía lo tiene en los Giants.