NFL
Una oportunidad de oro
Stafford y Burrow es el segundo enfrentamiento en un Super Bowl de dos QBs seleccionados con el primer pick global
El Super Bowl LVI representa una oportunidad de oro para Matthew Stafford y Joe Burrow.
Aunque a lo largo de su carrera ambos tienen marca perdedora, de ganar el domingo borrarán ese estigma para siempre, sin duda una oportunidad de oro.
Es la primera vez en la historia del Super Bowl que los dos quarterbacks titulares tienen récord perdedor en su carrera en temporada regular. Una estadística “injusta”, principalmente para el quarterback de Cincinnati Bengals, porque solo tiene dos temporadas en la liga, y una de ellas no la pudo completar a causa de una lesión en la rodilla. En el caso del pasador de Los Ángeles Rams, ya tiene un camino más largo recorrido, aunque la mayor parte de su carrera los pasó en un equipo que en la era moderna tiene un historial perdedor.
Pero es una realidad y los números son fríos. Matthew Stafford tiene marca de 86-95-1 después de 13 temporadas en la liga, 12 de ellas con los Detroit Lions, mientas que Joe Burrow tiene números de 12-13-1 tras dos campañas en la NFL.
La fortuna le ha sonreído a Burrow, y tiene una oportunidad de oro al disputar muy rápido el juego de campeonato de la NFL, apenas en su segundo año en la NFL después de haber sido la primera selección global del Draft de 2020. Mucho más trabajo y recorrido ha tenido Stafford, quien también fue una primera selección global, pero de 2009.
Es apenas el segundo enfrentamiento entre dos quarterbacks seleccionados en la primera posición global del reclutamiento colegial. Solamente había sucedido en la edición 50, cuando Peyton Manning (primer pick en 1998) y Cam Newton (Draft de 2011) se enfrentaron en la victoria de Denver Broncos 24-10 sobre Carolina Panthers.
Así que dos quarterbacks con ADN ganador, seleccionados en la primera posición global de sus respectivos Drafts, y que desafortunadamente llegan al Super Bowl con el estigma de tener marca perdedora a lo largo de su carrera, tienen la oportunidad de oro de establecerse como uno de los quarterbacks que puede llamarse campeón de la NFL, un privilegio de solo unos cuantos pueden presumir en su carrera.
