Flores pone en jaque a la NFL

Con la demanda de Brian Flores a la NFL y tres de sus equipos, Giants, Broncos y Dolphins la liga queda en jaque pues se cuestiona su integridad.

La demanda tiene dos vertientes, la primera es cuestionar la mala aplicación de la Regla Rooney, que surgió con la idea de dar más oportunidades a entrenadores surgidos de minorías, afroamericanos, latinos, asiáticos, entre otros, para ser head coaches o coordinadores ya sea ofensivo o defensivo.

La segunda es sobre una práctica antideportiva de ofrecer incentivos a entrenadores y jugadores con el fin de perder partidos y así beneficiarse con una mejor posición para el reclutamiento de jugadores colegiales. La demanda la presentó Flores en una corte federal en Manhattan y alega prácticas racistas y antiéticas por parte de la liga en el proceso de contratación y en el trato que se ofrece a los jugadores, que en un 70% son de origen afroamericano en una liga con ningún dueño de color.

Sobre las faltas de oportunidades, Flores, quien ha sido entrevistado nueve veces para el cargo de entrenador en jefe en su carrera, de acuerdo a lo que mencionó en una entrevista con ESPN en Get Up, quien fuera head coach de Miami Dolphins, acusa que los equipos de la liga solamente aplican la regla Rooney como parte del proceso, sin tener una intención real de ofrecer cargos importantes a los mejores candidatos, sino solo por cumplir con los procedimientos.

Sin embargo, la acusación que parece más grave, lo que pone en jaque a la NFL, es la que sugirió Flores con relación al dueño de los Dolphins, Stephen Ross, quien presuntamente le ofreció 100 mil dólares por cada derrota en su primera temporada con el equipo, en 2019, con el fin de mejorar su posición en el draft, una práctica conocida como “tanking” o tocar fondo de forma premeditada.

Ross ya salió a negar los señalamientos y se comprometió a colaborar con la investigación que seguramente echará a andar la NFL, pues si bien la liga desestimó el tema de procedimientos racistas para la contratación, sí está tomando en serio la vertiente del pago de incentivos por perder partidos.