Lecciones
Buffalo se la juega a todo o nada y pierde
La defensiva de los Titans se vistió de héroe al detener en cuarto down a Josh Allen para sellar el triunfo con 22 segundos por jugar en el reloj.
Los Bills volvieron a extrañar un sólido juego terrestre y aunque por momentos volvieron a ser ese equipo temible gracias al gran partido de Josh Allen, entre Devin Singletary, Zach Moss e Isaiah McKenzie apenas se pudieron combinar para 58 yardas. Sean McDermott sabe que el juego terrestre de los Bills no es respetado por las defensivas y que depende mucho de las optativas y del brazo de Josh Allen.
Aunque los Bills parecían el equipo más sólido al principio del partido, los Titans le dieron la vuelta con una escapada de Henry apenas en la primera jugada de su tercer drive ofensivo de 76 yardas, la primera señal de que sería una noche larga para la defensiva de Buffalo y que el MNF sería un juego de volteretas. El ataque de los Bills rápidamente respondió con una serie que recorrió 72 yardas y que culminó con un envío para Steffon Diggs de 14 yardas.
Cuando Henry sale inspirado no hay mucho que hacer, y es que es apenas la tercera ocasión en la carrera del egresado de Alabama que supera las 100 yardas en contra de una defensiva que es top 3 de la liga. Ryan Tannehill recuperó su mejor arma; el play action, además de volver a contar con A. J. Brown y Julio Jones quienes se combinaron para 150 yardas aéreas y fueron muy extrañados por el equipo en las últimas dos semanas.
Los Bills pagaron caro el solo haberse ido con 3 puntos en sus primeras series ofensivas del encuentro ya que arrastraron a una defensiva de los Titans que nunca se dobló y que al final terminó siendo la diferencia. La defensiva de Leslie Frazier se metió en un grave apuro al fallar tantas tackleadas sobre Henry, ya que esto le abrió las puertas a Ryan Tannheill para hacer uso de los RPOs e incluso darse el lujo de anotar en un acarreo de 2 yardas.
Henry alcanzó una velocidad de 21.8 millas por hora en su escapada de 76 yardas, la velocidad más alta entre corredores en la presente campaña. Tennessee demostró que con su arsenal ofensivo completo, no puede ser tomado a la ligera y los Bills aprendieron que a pesar de ser el mejor equipo en el emparrillado pueden ser derrotados por su exceso de confianza, ya que la mesa estaba puesta para, por lo menos, mandar el partido a tiempo extra.