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Ya son 6 las víctimas mortales

Robert Shook, quien sobrevivió al ataque y estaba muy grave, falleció a causa de las heridas sufridas

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Ya son 6 víctimas mortales

Ya son 6 las víctimas mortales del ataque en el que presuntamente el responsable fue Phillip Adams, ex jugador de la NFL.

Robert Shook, de 38 años, quien se encontraba grave y batallando por seguir con vida en un hospital tras sobrevivir al ataque, murió el sábado en un hospital.

Era uno de los 2 técnicos que estaban trabajando en la casa del doctor Robert Lesslie el miércoles en el momento del ataque; su compañero James Lewis murió afuera del domicilio. Adams llegó a la casa del Dr. Lesslie, a quien mató junto con su esposa Barbara y dos de sus nietos.

Phillip Adams sufrió varias lesiones en su carrera, entre ellas algunas conmociones.

La familia de Adams ya dio su autorización para que el cerebro de Adams, quien se suicidó horas después de presuntamente haber realizado el ataque con arma de fuego, sea estudiado para determinar si presenta indicios de encefalopatía traumática crónica (CTE por sus siglas en inglés), una enfermedad relacionada con el constante golpeo a la cabeza en deportes de contacto, como el futbol americano.

La autopsia de Adams está a cargo de la Universidad Médica de Carolina del Sur Charleston y será la encargada de coordinarse con la Universidad de Boston, la encargada de realizar los estudios sobre CTE.

La enfermedad de CTE solamente puede ser diagnosticada postmortem y ha sido encontrada en cerebros de deportistas de distintas disciplinas, pero se le relaciona principalmente con ex jugadores de futbol americano.

El padre de Adams, Alonzo Adams, dijo que su hijo quedó afectado del cerebro después de su práctica de futbol americano, en una carrera de 5 años en la que presuntamente sufrió varias conmociones cerebrales.

En una nota publicada por el diario The Charlotte Observer, Scott Casterline, agente que representó a Adams en su carrera en la NFL, comentó sobre su historial de lesiones, en la que sufrió una conmoción que fue “algo preocupante”, pero nada extraordinario a lo que sufren cualquier jugador.