Periodista supera el COVID y cubre su Super Bowl 55

Entre las calles de Nueva York vagaba un joven de nombre Jerry Greene, quien con total frustración, tras no conseguir trabajo en ninguno de los siete periódicos locales, entró a las oficinas de AP (Associated Press por sus siglas en inglés) y pidió hablar con el editor de deportes. Seis décadas y media después, con 92 años, viaja tranquilo a casa después de cubrir su Super Bowl 55. Nadie tiene más que él.

Pero por poco pierde la racha. En el mes de noviembre se contagió de COVID-19, gracias a su fuerza y voluntad, el veterano periodista superó la enfermedad. “Soy un sobreviviente”. Afortunadamente su pluma sigue intacta, y acumula cinco décadas y media de contar las historias por el Vince Lombardi.

La vocación de ser un periodista deportivo la encontró desde temprana edad, en palabras de él, su falta de talento al jugarlos lo llevaron a estudiar y aprender sobre ellos. Se graduó de las Universidades de Brown y Boston para después pasar a la Armada y ser el encargado de las relaciones con los medios de comunicación, lo que lo preparó más para lo que venía.

En AP lo atendió Ted Smits, quien le recomendó el trabajo que cambiaría su vida. En 1956 empezó a cubrir a la Universidad de Michigan, colegio que hoy recuerda con cariño. Casualmente es la universidad de donde viene Tom Brady.

“Él no tiene idea de quien soy, pero yo soy su admirador desde que estaba ahí. Lo he visto en nueve Super Bowl y lo he seguida en toda su carrera, es el mejor de la historia”, aseguró Greene en una entrevista para la ABC, cadena de televisión estadounidense, días previos al evento.

Tras siete años de cubrir a los Wolverines, el periodista decidió cambiar de rumbo y se fue al The Detroit News, periódico para el que aún escribe. Gracias a su conocimiento del futbol americano, Greene fue el encargado de cubrir a los Lions, equipo de la ciudad, y que por consecuente lo llevó al nuevo partido que organizaban las antiguas ligas, que hoy conocemos como Super Bowl.

En el 2004, dos años después de la muerte de su esposa, decidió retirarse, pero con la condición que seguiría con la cobertura el máximo evento del futbol americano. Ha sido reconocido por su trabajo en múltiples ocasiones:

La Asociación Nacional de Narradores Deportivos y Escritores Deportivos lo nombró 10 veces el mejor escritor del estado. En 2005 ganó el Dick McCann Memorial de Escritores Profesionales de Estados Unidos. El Salón de la Fama del Deporte de Michigan lo consagró en 2003 y un año después el Salón de la Fama de la Fundación de Deportes Judíos de Michigan lo indujo.

“Quiero cubrirlo (Super Bowl) todo el tiempo que pueda. Es divertido escribir”.