NFL
Kelce: el tipo malo que se volvió realmente bueno
Travis Kelce se ha convertido en uno de los TE más respetados de la liga dentro y fuera de la cancha, pero tuvo que aprender de sus errores
Las indisciplinas dentro y fuera del terreno de juego mancharon por unos momentos la carrera de Travis Kelce. En su era como universitario y después en el futbol americano profesional, en ambas ocasiones, el ala cerrada superó con creces los problemas. Hoy es uno de los más destacados en la historia de la NFL en su posición.
Es el segundo hijo de Ed y Donna Kelce, Travis nació el 5 de octubre de 1989 en Weslake, Ohio. Su interés por los deportes llegó desde una edad temprana gracias a su hermano mayor, Jason, quien también es jugador profesional y milita en los Philadelphia Eagles.
Es un atleta nato y durante su estancia en la preparatoria Cleveland Heights practicó basquetbol, beisbol y futbol americano, en el que destacó. En su último año colegial consiguió mil 523 yardas por aire, anotó en 15 ocasiones e incluso interceptó ocho veces; por tierra superó también superó las mil yardas (1,016) y sumó 10 TD.
Su gran temporada lo llenó de ofertas de becas: la Universidad de Miami, la Universidad de Akron, la Universidad de Easter Michigan, entre otras, lo buscaron, pero quiso seguir los pasos de su hermano en la Universidad de Cincinnati.
Su primera indisciplina grave llegó en ese entonces, después de estar un año en la carrera, el ala cerrada fue suspendido por el equipo toda la temporada de 2010, por violar las reglas del equipo, Kelce fumó marihuana y se tenían muchas dudas sobre su maduración.
Para la campaña siguiente pudo regresar, pero tuvo una pobre participación. Ver que su hermano había llegado a la NFL se volvió su motivación y para su temporada de senior alcanzó las 722 yardas por aire, y anotó en ocho ocasiones, por lo que recibió el premio Tight Enf of the Year en los College Football Perfomance Awards.
Esto llamó la atención de los Kansas City Chiefs, que para el Draft de 2013 lo sumaron a sus filas en la tercera ronda, en el pick 63 general. Con 24 años tuvo su primer partido en aquella temporada, pero sufrió una lesión que lo dejó fuera por el resto de la misma.
Para su segunda campaña regresó y en la semana 3 se metió en problemas. Fue multado por la liga con $11 mil 025 dólares por conducta antideportiva. Kelce se burló con ciertos movimientos de su mano del linebacker de los Denver Broncos, Von Miller. Ese fue un parteaguas de su carrera.
Desde 2016, en toda y cada una de las cinco temporadas que van, superó las mil yardas. Cambió la forma de ver a las alas cerradas y logró que se les pague lo justo, en palabras de Rob Gronkowski, otro TE con creces en la NFL.
En 2018 con la llegada de Patrick Mahomes como quarterback titular, Kelce se convirtió en la mejor arma para el joven. Un año más tarde, para ganar el Super Bowl LIV ante los 49ers fue pieza clave con una anotación, y a pesar de que sólo lo buscaron en seis ocasiones, en todas atrapó el balón.
Para esta atípica temporada, el jugador de 31 años presentó sus mejores números en sus ocho años en la NFL. En la campaña regular consiguió mil 416 yardas, y 11 touchdowns; en lo que va de los playoffs, tiene 227 yardas por aire y tres TD, en los dos partidos que ha disputado.
Travis Kelce se ha convertido en un ejemplo dentro de la liga. Ha conseguido el respeto de sus rivales y se ha vuelto un ídolo dentro y fuera de la cancha. El próximo domingo, en el Super Bowl LV, buscará el bicampeonato junto a Mahomes, y así hacer crecer su legado como ala cerrada.