NFL
Gronk: el campeón al que aún extrañan los Patriots
Mientras Rob Gronkowski celebra su cuarto título, los Patriots no encuentran al relevo de quien puso en alto el nombre de las alas cerradas.
El 2 de febrero de 2020, sobre el emparrillado Patrick Mahomes, con 24 años, levantó su primer Vince Lombardi; a unos kilómetros de distancia, el entonces retirado, con tres anillos de campeón de la NFL en sus dedos, Rob Gronkowski, dio su primera fiesta de Super Bowl, en la que aficionados y grandes celebridades disfrutaron del evento organizado por el ex ala cerrada y del partido que coronó a los Kansas City Chiefs.
Un año más tarde, con dos anotaciones en el Super Bowl LV, Gronk ayudó a su mejor aliado y amigo, Tom Brady, a convertirse en una leyenda viviente y regresarle a la ciudad de Tampa, Florida, y a los aficionados de los Buccaneers, el gozo de la celebración de un título de la NFL.
Los grandes perdedores de esta historia son los aficionados y jugadores de los New England Patriots, quienes veían desde los sillones de su casa a sus dos últimos ídolos llenarse de gloria, tras una temporada para el olvido de 7-9 y quedar marginados de disputar la postemporada.
Durante su año sabático, mientras Gronk “descansaba”, como él dijo que lo haría, recibió la llamada de Brady para unirse a los Buccaneers y salir del retiro, lo demás es historia. En palabras de Travis Kelce, otro ala cerrada de renombre en la liga, “Ya ha hecho historia en este deporte, es uno de los mejores. Yo soy uno de sus más grandes fans”, aseguró el jugador de 31 años.
Entre el retiro y el regreso a la acción de Gronkowski, en los Patriots no han sido capaces de encontrar un ala cerrada que sea capaz de aportar yardas o anotacioens a la ofensiva, ni qué pensar de ser una pieza relevante de una ofensiva que fue una sensación con la explosión de dos alas cerradas.
En su última temporada en los Patriots, Gronkowski consiguió 682 yardas por aire y tres anotaciones, en 47 recepciones, tercer mejor receptor del equipo. En los playoffs de aquella temporada, fue pieza clave para llegar al Super Bowl LIII y después ganarle a Los Angeles Rams y, aunque no anotó, sumó 191 yardas en 13 recepciones (87 ante los angelinos).
En 2019, primera campaña sin Gronk, los alas cerradas de los Partiots fueron Ben Watson, Matt LaCosse y Ryan Izzo, y ni siquiera entre los tres pudieron llegar a los números de Gronkowski. En total consiguieron 418 yardas y un par de anotaciones. El más destacado fue Waston con 173 yardas por aire, pero no anotó, los touchdowns los consiguieron los otros dos jugadores.
Esta campaña, que marcó el regreso de Rob Gronkowski y la salida de Brady de los Patriots, ambos para jugar en Tampa Bay, las cosas no fueron mejor para New England. El juego aéreo no fue relevante para Cam Newton, quien llegó a sustituir al quarterback más ganador de todos los tiempos y los alas cerradas ni siquiera figuraron entre las estadísticas.
Izzo fue el más “relevante”, pero apenas sumó 199 yardas en 13 recepciones; en el Draft los Patriots eligieron a Devin Asiasi, pero él solo consiguió dos recepciones para 39 yardas, aunque una de ellas fue para anotación.
Para Gronkoswki está la opción de regresar en 2021 con el mismo núcleo de jugadores en Tampa Bay para buscar ser el primer bicampeón de la NFL desde las temporadas 2003/2004, mientras los Patriots tratarán de seguir buscando quien llene los huecos que dejaron Gronk y Brady en New England.