En casa, a medias

Por primera vez en 55 Super Bowl, un equipo jugará por el Vince Lombardi en su casa, los Tampa Bay Buccaneers, lo harán el próximo 7 de febrero en el Raymond James Stadium. Aunque parece que esa ventaja no fue un pro para la NFL.

Este martes el equipo informó que entienden el status de la liga, en que su recinto se vea lo más neutral posible para el partido. Muchos de logos fueron cubiertos y su tradicional festejo cuando anotan, sonar los cañones, será utilizado por los dos equipos.

La mayor de las ventajas que presenta el equipo y sobre todo en estos tiempos de COVID-19, es que no tuvieron que viajar y entrenaron en el lugar donde será el esperado duelo; en cambio, los Chiefs llegarán hasta el sábado, un día antes de medirse, a diferencia del año pasado que durante la semana previa ya se encontraban en Miami, sede el Super Bowl pasado.

De hecho, el head coach de los Chiefs, Andy Reid, lo ve como una ventaja pues hay menos distracciones para sus jugadores.

Aunque su estadio no parecerá el de ellos, se espera que en el graderío los Tampa Bay Buccaneers si tengan una ligera ventaja sobre los de Kansas City. De los 25 mil aficionados que podrán asistir, hay que recordar que siete mil 500 son para trabajadores de la salud, por lo que quedan 17 mil 500 boletos disponibles.