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NFL

Rob Gronkowski explota en los playoffs

El ala cerrada Rob Gronkowski se vuelve una máquina y válvula de escape para Tom Brady cuando se trata de playoffs.

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Una cosa es la temporada regular, en la que los equipos buscar quedar dentro de los mejores para clasificarse a la postemporada, y otra muy distinta son los playoffs. Aquí ya no existe margen de error, es el todo o nada, y un mal partido puede echar a perder lo que conseguiste en la campaña. Se dice que son dos torneos diferentes, y el ala cerrada Rob Gronkowski lo tiene claro.

El ahora jugador de los Tampa Bay Buccaneers es el mejor en su posición cuando se trata de partidos de “matar o morir”. Durante los nueve años que militó para los New England Patriots, Gronk participó en 16 juegos de playoffs, con saldo de 12 triunfos por cuatro derrotas, de los cuales ganó dos Super Bowls y cayó en otros dos. Con un total de mil 163 yardas por aire y 12 TD.

Con manos seguras, se convirtió en el mejor aliado de Tom Brady; mientras que, en la temporada regular lo buscan en promedio 6.7 veces, atrapa 4.3 pases por partido, para 64.8 yardas y anota en 0.7 de los partidos, en la postemporada es buscado 8.1 veces, tiene 5.1 recepciones por juego, para un promedio de 72.7 yardas por aire y anota cada 0.8 encuentros.

Rob Gronkowski y Tom Brady, la segunda dupla más letal en los playoffs

Sus números son tan impresionantes en los playoffs que es el mejor ala cerrada de todos los tiempos. Ocupa el primer lugar en recepciones con 81, más yardas (1163) y más anotaciones (12). En tanto en campaña regular, es el 11avo en rec, el sexto en yardas, y el 3ro en TD.

Con sus 12 recepciones de anotación en los juegos de eliminación directa, Rob Gronkowski es el segundo máximo anotador de todos los tiempos, sólo detrás del Salón de la Fama Jerry Rice, con 22.

Además Gronk y Brady están empatados con Joe Montana y Rice, como las mejores duplas en postemporada, con 12 TD, por lo que los nuevos jugadores de los Bucs, esperan superarlos este 2020 y así alcanzar el deseado Super Bowl, que además se jugará en el Raymond James Stadium, para convertirse en el primer campeón que logra hacerlo en su casa.