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Brady gana la partida a Rodgers

Tom Brady gana la partida a Aaron Roders, para propinarle su primer derrota en la temporada, con 38 puntos sin respuesta.

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Tom Brady gana la partida a Aaron Rodgers. Los Tampa Bay Buccaneers vencieron por marcador de 38-10 a los Green Packers, que perdieron el invicto, después de su semana de descanso.

Después de ir cayendo por 10 puntos, los Bucs consiguieron 38 puntos sin respuesta, para conseguir su cuarto triunfo de la campaña, tercero como locales. El Raymond James Stadium se ha vuelto una verdadera fortaleza, pues no conocen la derrota en su casa.

La jugada que cambió el partido

La defensiva de los Buccaneers fue la que inició el camino a la victoria. El mariscal de campo de los Packers, junto a sus compañeros, llegaron al partido como el único equipo que no había entregado el ovoide a sus rivales, por una intercepción o un fumble.

Jamel Dean interceptó un paso de Rodgers y lo llevó 32 yardas hasta las diagonales, para conseguir un pick six, y acercarse en el marcador 10-7.

En la siguiente serie ofensiva de los de Green Bay, la defensiva consiguió por segunda ocasión interceptar a Rodgers. La última vez que el número ’12’ de los Packers fue interceptado dos veces en un partido de temporada regular fue el 13 de noviembre de 2016, ante los Titans.

Inspirado ataque

Tras recuperar el ovoide, Brady empezó a conectar con su mejor aleado, Rob Gronkowski. El TE se fue con una anotación y 78 yardas por aire, en cinco recepciones. Con el touchdown, la ex pareja de los New England Patriots llegaron a 91 conexiones en las diagonales, sólo por detrás de Steve Young y Jerry Rice (92) y Peyton Manning y Marvin Harrison (114).

Por tierra, Ronald Jones II se encargó de mover el balón. El corredor consiguió por segundo partido consecutivo más de 100 yardas, y por sumó dos TD, para llegar a tres en lo que va de la campaña.

Nadie le avisó a Rodgers de la defensiva…

Además del par de intercepciones que consiguieron, la defensiva de los Bucs capturó en cinco ocasiones a Aaron Rodgers.

El equipo de Green Bay había sido el más explosivo de la campaña en el ataque, promediaban 38 puntos por juego, pero sólo consiguieron 201 yardas totales, para ganarle la partida.