NFL
El triunfo se queda en Las Vegas
Como todo, el triunfo se queda en Las Vegas, en el estreno de los Raiders del Allegiant Stadium
Las Vegas Raiders estrenaron una nueva era como local y como todo lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas, así fue con un triunfo contundente frente a New Orleans Saints por marcador 34-24.
El equipo de Jon Gruden, quien podría sumarse a la lista de coaches multados por el mal uso del cubrebocas o la mascarilla, tiene una nueva identidad con una poderosa y pesada línea ofensiva, que abre los huecos que explota Josh Jacobs y le da tiempo a Derek Carr para buscar a sus receptores, o mejor dicho, a su ala cerrada, Darren Waller, quien es su blanco preferido.
Waller, la mejor arma
Darren Waller se encargó de mover la ofensiva de Las Vegas Raiders con sus 12 recepciones para 103 yardas y una anotación. Quien fuera un tipo problemático y que tardó en destacar en la NFL, con suspensiones por mala actitud y adicciones, fue clave en el estreno del Allegiant Stadium, un escenario de primer nivel en la NFL, y se quedó como un jugador muy destacado en la ofensiva de Gruden.
Esquipo con disciplina
Antes de pasar al análisis de Josh Jacobs, como un corredor de primer nivel, es vital destacar que los Raiders encontraron la disciplina de la mano de Gruden, pues en el Monday Night solamente cometieron 3 castigos para una pérdida de 13 yardas; muy contrastante con las 129 yardas que regalaron New Orleans Saints, que a pesar de tomar ventaja en el marcador, no fueron capaces de mantenerla y mordieron el polvo, pues el triunfo se queda en Las Vegas.
Jacobs, un caballo de batalla
Josh Jacobs es un corredor con una misión; cargar con la responsabilidad de la ofensiva de los Raiders y darle paz a Carr para buscar las mejores opciones para lanzar. A pesar de lucir golpeado, Jacobs alcanzó 88 yardas por la vía terrestre y colaboró con 3 recepciones, para 17 yardas.
Estadio de lujo
Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas. Y la primera victoria en la era del estadio Allegiant fue para el equipo local, aunque se tuvo que hacer sin aficionados en las tribunas, por la pandemia que azota el mundo entero.
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