Liga Mayor
De Celaya a West Virginia; las amargas y grandes experiencias de un mexicano que ya llegó a la NCAA
Kevin Espinoza hoy presume una beca deportiva en una universidad de División II de la NCAA, sin embargo, el llegar no ha sido nada sencillo, y el mantenerse, tampoco lo está siendo.
Originario de Celaya, una ciudad del estado de Guanajuato con poca historia en el football, Kevin ha tenido que vivir momentos difíciles como aquella vez que le pidieron que viajara a la Ciudad de México para buscar un lugar en la selección mexicana U19 que participó en el Mundial del 2018 en nuestro país y al llegar le dijeran que ya estaba conformado el equipo.
Su aventura en el futbol americano comenzó a los 13 años con el club Broncos de Celaya. Jugó dos categorías Bantam y dos Juveniles hasta que decidió buscar suerte en los Estados Unidos.
“Al terminar mi última temporada les comenté a mis padres que quería irme a estudiar a una preparatoria norteamericana. Sabía que tenía el talento y con la ayuda de un familiar que tengo en California, se dio la oportunidad de irme a estudiar allá”, comentó Espinoza a Máximo Avance.
Su inicio en tierras californianas fue muy complicado porque su inglés era muy básico por lo que no la pasó nada bien. Pero el deseo por cumplir su sueño lo mantuvo firme y le dio la recompensa de lograr un campeonato divisional con el equipo de football.
Y de nuevo llegó la adversidad.
El liniero ofensivo sólo pudo estudiar en California año y medio y “por asuntos personales”, tuvo que regresarse a México.
Fue en este periodo en el que ocurrió la desilusión de no jugar en la Selección mexicana y posteriormente el toparse con un campamento que no le dio oportunidad de ser visto por reclutas mexicanos o estadounidenses, aunque así era ofertado dicho evento.
Sin embargo, de aquél evento consiguió el contacto de Björn Werner, un alemán que jugó en Florida State y en los Indianapolis Colts y que tras su retiro se dedica a promover talento europeo a diferentes preparatorias de los Estados Unidos con la promesa de ser reclutados por universidades de la División I.
Con los Cadets, el liniero mexicano de 1.95 metros y 148 kilogramos logró el premio como Mejor guardia de la temporada 2020; 2do mejor guardia ofensivo del Valle de Ohio y ser seleccionado al juego de Estrellas, también del Valle de Ohio, mismo que no se jugó por la pandemia.
“Yo pensaba que no era tan bueno como ellos lo consideran”, declaró en un tono muy serio.
Hoy Kevin de nuevo vive una situación complicada.
Tras aceptar el ofrecimiento de beca deportiva de la Universidad de Alderson Broaddus, equipo que compite en la División II de la NCAA, su familia no cuenta con los recursos económicos suficientes para solventar el 20% de gastos que no cubre su beca.
El próximo 9 de agosto está citado Espinoza Mondragón para comenzar la pretemporada con el equipo, sin embargo, sus padres están buscando patrocinadores para que pueda continuar su sueño de jugar y estudiar en Estados Unidos y después luchar por el sueño mayor: la NFL.