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Mostert, el surfero despreciado por varios equipos en la NFL

El corredor de tercer equipo de los 49ers, Raheem Mostert, es un ejemplo de perseverancia. Salió de la banca para hacer historia en los playoffs de la NFL.

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Raheem Mostert

La vida como las olas: a veces arriba, otras abajo. Hay que luchar para dominar esa fuerza intempestiva, jamás rendirse y una vez en la cresta, mantener el equilibrio es obligatorio para prolongar el viaje sobre la tabla. Esa siempre ha sido la filosofía de Dominique Raheem Mostert.

El corredor de San Francisco 49ers originalmente no tenía interés en la NFL. Pasaba sus días en la costa de Florida, llevaba un estilo de vida relajado en la playa, donde practicaba el surf, su verdadera pasión. Su amor por la tabla y las olas en su juventud era auténtico, incluso le ofrecieron un contrato para que fuera profesional, pero prefirió aceptar una beca para estudiar en la Universidad de Purdue.

Sobre el emparrillado era un jugador consistente, pero en las pruebas de pista y campo era sobresaliente. La página de la NFL.com lo señaló como el jugador más rápido de la NCAA. Tan solo un receptor de la Universidad de Oklahoma, Tyreek Hill (hoy con Kansas City Chiefs, su rival en el Super Bowl) consiguió un tiempo más rápido en los 100 metros: 9.98 segundos.

Pero consiguió una medalla de oro en los 60 metros (6.63s) y 200 metros (20.73s) durante la reunión atlética del Big Ten Indoor Track & Field Championships 2014. Ese mismo año clasificó a los campeonatos de atletismo al aire libre de la NCAA. En la prueba reina, los 100 metros, terminó con marca de 10.15s, mientras que en los 200 m hizo 20.65s, además formó parte de los relevos 4×100 metros. Recibió una invitación para realizar las pruebas y competir por una plaza en el equipo olímpico de Estados Unidos.

Tras una digna carrera colegial con los Boilermakers de Purdue, principalmente como parte de los equipos especiales y ocasionalmente como corredor, Mostert se propuso formar parte de la familia de la NFL como su principal objetivo, pero no fue sencillo. Raheem no fue elegido en el Draft tras egresar de la universidad en 2014, así que tomó sus cosas y comenzó a buscar oportunidades, a medir las olas.

Su primer intento fue con Philadelphia Eagles, con quienes firmó como agente libre, tuvo una excelente pretemporada 2015, terminó como líder de la NFL en yardas desde la línea de srcimmage con 351, pero fue dejado en libertad cuando el equipo redujo su roster a 53 elementos.

Llegó a Miami Dolphins esa misma temporada, el equipo de su estado natal, sin embargo fue cortado en la Semana 2 y al siguiente día Baltimore Ravens se hizo de sus servicios, pero su estancia fue breve. Cleveland Browns lo reclamaron el 16 de diciembre, jugó tres partidos, regresó 12 patadas para 309 yardas y luego fue despedido.

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My big boy!! Daddy loves you! #myWHY #BabyMOST

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Cada desaire, cada partida eran heridas en el pecho, pero Raheem nunca desistió. Su esposa, Devon, siempre estuvo ahí para apoyarlo, para brindarle calma en los momentos de angustia e incertidumbre. Ella se encargaba de las cuentas mientras él persistía en su sueño de llegar a la NFL. Tras caer de la ola, Mostert siempre recogió la taba y volvió a intentarlo.

“Se convirtió en una segunda naturaleza”, dijo Devon. “Cada vez que otro equipo lo liberaba y lo recogía, él decía: ‘Tengo esto’. Yo le decía: ‘No te preocupes, ve a la siguiente ciudad. Encárgate del libro de jugadas, yo me encargaré del departamento y de lo que se necesite para pagar las cuentas”.

La historia se repitió en 2016 con New York Jets y Chicago Bears, hasta que el 28 de noviembre de aquel año llegó con San Francisco 49ers, donde se incorporó en los equipos especiales y esta campaña fue colocado como tercer corredor, detrás de Tevin Coleman y Matt Breida.

Y el domingo, de ser un jugador utilitario se proyecto de inmediato a los libros de historia del futbol americano. Raheem suplió a Coleman, quien abandonó el duelo de Campeonato de Conferencia de la NFC, ante Green Bay Packers, por una lesión en el hombro. Entró al campo de juego como un mortal y lo abandonó como un auténtico Poseidón de la NFL.

“Diría que nuestro primer año fue estresante. Fue inesperado y simplemente no entendimos la vida de la NFL. Pero después de eso, simplemente montamos la ola”.

Tuvo 29 acarreos para 220 yardas y cuatro touchdowns. Es el único jugador en conseguir más de 200 yardas y cuatro anotaciones en un duelo de playoffs. También es el segundo mejor desempeño de la historia para un corredor en postemporada, tan solo por debajo de las 248 yardas de Eric Dickerson, de los Rams, en Juego Divisional frente a Dallas Cowboys en 1985.

Sí, el panorama se ve distinto cuando sales del túnel y te enfilas en trayecto ascendente hasta la cima de la ola. Se detiene el tiempo. Sonríes. Y aunque sea solo un instante, es infinito.

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Is it surfing season yet? 🏄🏾‍♂️🤙🏾

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