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El caso Brown dejó de ser entretenido

El caso de Antonio Brown ya no es divertido porque ahora pesa sobre él una acusación y una demanda civil por abuso sexual y violación.

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La acusación por presunto abuso sexual y violación es un tema muy delicado que le puede explotar en la cara a la NFL en un año especial.

Hablar de Antonio Brown y sus problemas extra deportivos acaparó los titulares en la temporada baja de la NFL, con un drama que lo expuso de los pies (quemados) a la cabeza (quería usar su viejo casco), y fue un melodrama entretenido.

Llegó a los Patriots, vía un paseo por Napa Valley, cortesía de los Raiders, y le explotó un asunto muy delicado cuando se prepara para debutar con Nueva Inglaterra con una demanda civil por presuntamente haber abusado y violado a Britney Taylor, quien fuera su entrenadora personal.

El caso está en desarrollo, es una demanda civil federal que fue presentada en el distrito de Florida, y que apunta a tres incidentes distintos entre 2017 y 2018, de los cuales la presunta víctima nunca reportó a la policía.

Manejo el término “presunto (a)” porque el tema está abierto y creo que no hay que juzgar a priori sin conocer a fondo los detalles ni las versiones de las dos partes. Es un tema muy delicado y serio.

La NFL tiene en sus manos un polvorín que le puede reventar después de un fin de semana en el que vio aumentar su audiencia un 5% en distintas plataformas digitales y en la que se estableció un récord de anotaciones en semana inaugural, con 90, superando los 89 que se registraron en 2002 y 2011.

Hay reportes que apuntan a que Taylor ya aceptó reunirse con la NFL la próxima semana para hacer una investigación y escuchar su versión; no puede hacerlo antes, pues se va a casar.

La liga no ha emitido hasta el momento una postura oficial al respecto del caso. Lo que sabemos, gracias a que los Patriots lo publicaron, es que habrá una investigación y que es un tema muy delicado.

Brown, a través de su equipo legal, niega las acusaciones y señala que hubo una relación con Taylor, a quien conoció cuando eran integrantes de la Universidad Central Michigan, además de que acepta que hubo relaciones sexuales, desde su punto de vista consensuadas.

Brown entrenó hoy con el equipo, usó un jersey con el número 1 y la versión oficial que dio el coach Bill Belichick es que tomarán al asunto día a día. Está la opción de que el comisionado Roger Goodell coloque a Brown en la “Lista exenta”, lo que le daría tiempo de profundizar en la investigación y que le permitiría al jugador percibir su salario. El caso va para largo y es difícil determinar qué sucederá.

Lo cierto es que ha dejado de ser entretenido tener que hablar de Antonio Brown por sus problemas fuera del campo de juego, pues hay de por medio una acusación muy grave, que si bien no es penal, sino civil, no se puede tomar a la ligera, pues se trata de un presunto abuso sexual y presunta violación.

En lo que se resuelve el tema, lo menos importante es la condición de Brown como jugador de futbol americano y hay que considerar las implicaciones personales para él y para ella.