#3: El pecado de Pete Carroll en el SB XLIX

Los Patriots de Nueva Inglaterra y el coach Bill Belichick se han especializado en conseguir jugadores menospreciados en otros conjuntos de la NFL. Se encargan de pulir y explotar todo su talento al máximo. Claro, estos jugadores no son los más populares, tampoco son súper estrellas, pero sí muy consistentes y entregados en el campo del juego. Uno de estos elementos es Malcolm Butler, quien destacó por una jugada en el Super Bowl XLIX.

Seattle tuvo la ventaja en la pizarra por 10 puntos, 24-14, frente a los Patriots en el último cuarto, pero Tom Brady lanzó pases consecutivos de anotación, de cuatro y tres yardas para Danny Amendola y Julian Edelman, respectivamente, para darle la voltereta a la pizarra 28-24.

Los Seahawks, campeones defensores del Super Bowl XLVIII, no se amilanaron. Comandados por el quarterback Russell Wilson y el corredor Marshawn Lynch. Seattle tenía 2:02 minutos para un último drive. Iniciaron desde su yarda 20. Wilson completó en envío de 31 yardas con Lynch, más tarde se combinó en jugada de 11 yardas con Ricardo Lockette y con Jermaine Kearse completó un bombazo de 33 yardas. Más tarde, una carrera de cuatro yardas de Lynch los dejó en la uno de los Patriots y tan solo 26 segundos en el reloj.

Todo el mundo en el University of Phoenix Stadium, así como la mayoría de los aficionados de la NFL, juraron que Seahawks le daría el ovoide a su poderoso corredor, Marshawn Lynch, quien además poseía una excelente línea ofensiva, para que en jugada de poder llegara a las diagonales con un suspiro en el cronómetro.

Pero el coach Pete Carroll pensó que la opción era demasiado obvia para la defensiva de Nueva Inglaterra, así que en lugar de darle el ovoide a Lynch, prefirió sacarse un as debajo de la manga. Wilson mandó la jugada y al recibir el balón de inmediato lo lanzó hacia el centro de las diagonales, buscó las manos de Lockette, pero el cornerback Malcolm Butler leyó perfecto la jugada e interceptó el envío con lo que selló la victoria de los Patriots en el Super Bowl XLIX.