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NFL

#29, Bills y el regreso más grande de la historia

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The Comeback

Los Bills de Buffalo de los 90 son esa clase de equipos extraordinarios que tienen encanto. Por decirlo así, carisma. Esta franquicia posee una de las mejores historias de la NFL de 1990 a 1993, cuando ganaron cuatro campeonatos de la AFC y disputaron la misma cantidad de Super Bowls de forma consecutiva.

Mas la historia no fue benevolente con ellos. Perdieron en todas las oportunidades que tuvieron para ser campeones de la Liga. Sin embargo, el legado de los Bills es innegable y mostraron parte de su grandeza con un pedazo de historia que quedará en los anales de las proezas para siempre: “The Comeback”.

Eran los Playoffs de la AFC de la temporada 1992. Bills, en Juego de Comodines, se enfrentaba a Oliers de Houston, y lo harían sin su quarterback titular Jim Kelly, quien sufrió una lesión durante el último partido de la temporada regular. En su lugar, Frank Reich tomó la batuta.

Highlights del Juego de Comodín Houston vs. Buffalo, en los Playoffs de 1992.

Oilers, un equipo con una ofensiva explosiva, tenía todo a su favor. El quarterback Warren Moon no se tentó el corazón y diseccionó pieza por pieza a la defensiva de Buffalo durante la primera mitad del partido. Lanzó cuatro pases de anotación y puso al frente a Houston 28-3. Al iniciar el tercer cuarto, Bubba McDowell, defensivo secundario de Oilers, logró una intercepción que regresó 58 yardas hasta las diagonales para el 35-3. Todo parecía perdido para los Bills.

Lejos de bajar los brazos, el conjunto dirigido por el coach Marv Levy comenzó a construir el regreso más grande de todos los tiempos. Todo inició con una carrera de anotación de una yarda de Kenneth Davis y el verdadero football de los Bills comenzó a desplegarse.

Andre Reed tuvo tres recepciones de touchdown en el partido.

Tras el touchdown de Davis, Buffalo realizó una patada corta de kickoff y recuperó el ovoide y Reich lanzó un pase de anotación de 38 yardas al receptor Don Beebe. Reich simplemente no era él, era Kelly, era Joe Montana, era Dan Marino. Eran todos en él.

Frank, inspirado, lanzó su segundo touchdown, esta vez de 26 yardas con Andre Reed. La combinación se repitió dos veces más en envíos de 18 y 17 yardas para darle la vuelta al marcador 38-35. Houston empató el marcador con un gol de campo de 26 yardas de Al Del Greco, pero Steve Christie, en tiempo extra, le otorgó la sublime victoria a los Bills, 41-38, con un gol de campo de 32 yardas.

Steve Christie conectó un gol de campo de 32 yardas para la victoria en tiempo extra.

Hasta el día de hoy, este es el mayor regreso en los anales de la NFL. El hecho de ocurriera durante la postemporada solo hace del momento algo más épico y dulce para los aficionados de los Bills, que no consiguieron el trofeo Vince Lombardi, pero sí conservar intacto este pedazo de historia para la posteridad.