Dawkins tacklea su problema de salud mental

Una enfermedad mental lo mira de frente, se yergue gigante, colosal y lo mira retadoramente, lo desprecia. Pero “Weapon X” no se acobarda. Toma el impulso que le brindan unas cuantas yardas, embiste llevando su peso al hombro y se lanza gallardo contra su oponente.

Brian Dawkins, ex defensivo secundario de Eagles de Philadelphia y de Broncos de Denver, quien en 2018 ingresó al Salón de la Fama del Futbol Americano Profesional, enfrenta al rival más fuerte contra el que se haya medido: problemas de salud mental

No todo fue fiesta y popularidad para Dawkins al comienzo de su carrera, ya que, confesó, sufrió de depresión e incluso tuvo pensamientos suicidas. Ahora, quien fuera uno de los más feroces defensivos de la NFL, se dedica a promover el impacto positivo del deporte para la salud mental.

Recientemente tuvo la oportunidad de hablar en el evento Stay in the Game Forum, un evento organizado por grupos como Beyond Sport, así como las ligas deportivas profesionales: MLB, NFL, NBA y la NHL.

“Estamos tratando de hacer conciencia de algo que afecta a 44 millones de personas. Uno de cada cinco adultos tiene algún problema de salud mental o los tendrá. Me gusta platicar de mi bienestar cerebral más que de mi salud mental. Creo que primero debemos comenzar por cambiar la narrativa con la que hablamos de nuestro bienestar cerebral”

Este tema significa mucho para Dawkins, quien poco antes de ser inducido al Salón de la Fama el año pasado, compartió los problemas personales a los que se enfrentó. Un fiero jugador apodado “Weapon X” y que era alabado en Philadelphia por su estilo físico y rudo en el campo de juego, además de tener una conexión especial con los fans, Dawkins habló abiertamente acerca de la presión que sintió como novato, elegido en la segunda ronda del Draft, y jugar para un equipo contendiente a Playoffs en 1996.

Esa presión, aunada a la de ser recién casado y padre primerizo, era en ocasiones demasiado para él. Eso condujo a Dawkins a beber alcohol en exceso y a caer en la espiral de la depresión, e incluso llegó a creer que terminar con su vida era la única alternativa de escapar.

“Sé lo que se siente, mi versión de a depresión. Las cosas por las que pasé, el lugar oscuro en el que estuve, las veces que no deseaba salir de casa. No deseaba abandonar mi hogar. Me ponía una máscara todos los días para ir a trabajar y pretendía ser alguien que no era, no de buena forma, no como un reforzador positivo de un pensamiento positivo. Pretendía ser algo y ocultar un gran vacío, todo el dolor en mi vida”.

En mayo, la NFL obligó a los 32 equipos de la Liga a que realizaran, al inicio de los campamentos de entrenamiento, una clínica de salud de comportamiento en equipo, esto con la finalidad de apoyar la salud emocional y mental de los jugadores. Dawkins no tuvo esa opción hace 23 años. Su esposa Connie, y el coordinador defensivo de Eagles, Emmitt Thomas, alentaron a Brian para que buscara ayuda. El ex jugador comenzó por consultar a un psiquiatra y le prescribieron medicamento para la depresión, pero fue su fe y so voluntad lo que lo sacó adelante.

“Cuando estoy ganando, me fortalezco, incluso cuando estoy perdiendo lo hago porque puedo encontrar algo ahí que puede fortalecerme para futuras ocasiones. Por eso es que mi fe es concreta. Es, absolutamente, la parte más fuerte de este camino” .

Sí, el rival de Dawkins es colosal, pero “Weapon X” recordó que mientras más altos y pesados más fuerte caen, incluso los problemas.