Featured
Flacco aún tiene el toque
Los 34 años que pesan sobre su espalda parece que no hacen mella en su brazo. El quarterback Joe Flacco aún tiene el toque. La ex estrella de los Ravens de Baltimore, hoy con Broncos de Denver, está feliz, sonríe, lanza potentes pases en medio del campo y otros profundos en dirección de las bandas.
“En mi opinión él luce como un MVP de Super Bowl. Realiza jugadas de ‘play-action’, roladas hacia la derecha y lanza pases muy profundos. Puede lanzar pases de 80 yardas con mucha facilidad”, dijo el linebacker Von Miller.
Durante las prácticas de los Broncos, Flacco lanza pases precisos, encuentra a sus receptores descubiertos y concreta los envíos para mover las cadenas. Y a pesar de que tiene la potencia suficiente para buscar la profundidad en el emparrillado, Joe espera no tener que enviar pases de más de 50 yardas.
“Por la altura aquí creo que el ovoide puede viajar unas cuantas yardas más. Es decir, no tengo idea qué tan lejos puedo llegar con mis pases. Realmente no lo he intentado y la verdad no pienso en ello”, dijo Flacco.
Uno de los objetivos del minicampamento de tres días de los Broncos es que Joe Flacco y sus receptores comenzaran a entenderse y a desarrollar química entre ellos y, por lo que mostraron sobre el emparrillado, pueden estar muy complacidos.
Con Flacco en los controles, Denver pretende ponerle fin a una ausencia de tres años en los Playoffs. Apuestan por la experiencia del veterano, quien también fungirá como mentor del quarterback novato Drew Lock. El coach Vic Fangio apuesta por Joe.
“Él aún tienen un gran brazo, el balón aún sale de sus manos con mucha vivacidad. Lanza pases muy atrapables. Creo que al resto de los muchachos les encanta jugar con él. Estoy muy contento con Joe”, mencionó Fangio.
Varios elementos que conforman la joven unidad del cuerpo de receptores de Broncos crecieron viendo jugar a Flacco por la televisión. Ahora son ellos los que tienen la misión de bajar los pases de Joe, quien lejos de sentirse viejo, por ser 10 años mayor que ellos, sonríe y se siente afortunado por ser el “nuevo” rostros de los Broncos.