NFL
El resurgimiento de los Rams en Los Angeles
Las cosas no pintaban bien para los Carneros de Los Angeles en 2016. Terminaron con 4 partidos ganados y 12 perdidos, cayeron en 11 de sus últimos 12; tenían la peor ofensiva de la liga; no lograban llenar el estadio en su nueva ciudad; habían despedido a Jeff Fisher, su entrenador en jefe de 2012 a 2016.
Así terminó la temporada inaugural en el regreso de los Rams a Los Ángeles, una tremenda falla. Pero como el ave fénix, resurgieron de sus propias cenizas para estar en la conversación de favoritos al Super Bowl un año después. Aquí te contamos cómo lo hicieron.
Después de su terrible temporada el año pasado, los Carneros llegaron a esta campaña con muy bajas expectativas. Parecían ser un equipo en reconstrucción, que además acababan de contratar al head coach más joven en la historia de la NFL en Sean McVay, con tan solo 31 años de edad.
Una de las posiciones donde más dudas había era en la de quarterback, en la que Jared Goff tuvo una terrible campaña como novato, perdiendo todos los partidos en los que jugó, dando paso a conversaciones de que era ya un “bust pick”.
Además, en su segundo año el multi-talentoso corredor Todd Gurley jugó muy pobremente comparado con su año de novato, en el que sorprendió a toda la liga con su increíble desempeño.
A pesar de lo que aparentaba, este roster estaba a unas cuantas piezas clave de competir contra los grandes de la liga. Durante la agencia libre, adquirieron al veterano Andrew Whitworth, tackle ofensivo proveniente de los Bengalíes, quien daba estabilidad y credibilidad a la línea ofensiva de este equipo.
En el departamento aéreo, firmaron a Robert Woods e intercambiaron por Sammy Watkins, ambos receptores abiertos de los Bills. Con la ayuda de estos tres jugadores, los Rams están a una semana de lograr algo jamás hecho antes en la historia de la NFL, pasar de la ofensiva número 32 a la número uno en puntos anotados de una temporada a otra.
A pesar de estas contrataciones clave, este resurgimiento no hubiera sido posible sin un cambio en el en el mando del equipo. Fisher se aferraba tercamente a continuar jugando un sistema de futbol arcaico, en el que desperdiciaba el talento de Gurley y exponía a muchos golpes a su mariscal de campo. El estilo antiguo de Fisher ya no tiene lugar en esta nueva era de la NFL, por lo cual los Rams inteligentemente fueron tras la mente joven más brillante disponible de McVay, quien fue coordinador ofensivo de los Redskins de 2014 a 2016 y el principal responsable del progreso en la carrera del QB Kirk Cousins.
En lo que va de la campaña, la dupla de McVay y Goff ha dado resultados que muy pocos vieron venir. La versatilidad, creatividad, y entendimiento de sus jugadores es lo que separa a McVay de otros. Logró utilizar al receptor Tavon Austin como una clave en su plan de juego, lo que antiguos coaches en el equipo nunca lograron.
Su plan de juego pone a sus mejores jugadores en posiciones para tener éxito, y esto no se puede ver mejor reflejado que en la extraordinaria temporada que está teniendo Gurley.
El exBulldog de Georgia sorprendió a toda la liga cuando llegó como novato, pero tras una muy mala temporada el año pasado, había dudas si su primera temporada fue solamente un talento fugaz o realmente podía mantener un alto nivel en la liga. Esta campaña, sin duda, ha callado a todos sus críticos, uniéndose a los corredores Adrian Peterson en 2012 y Ezekiel Elliot el año pasado en estar en la conversación de MVP de la liga. Con casi 2,100 yardas y 19 touchdowns a una semana de finalizar la temporada, se puede hacer un muy buen argumento para colocar a Gurley entre los mejores cinco jugadores de la liga.
A pesar de lo mencionado anteriormente, Gurley no es el mejor jugador de su propio equipo, ya que ese título le pertenece a su compañero Aaron Donald. Desde el primer día que llegó a la NFL, este increíble tackle defensivo demostró que estaba al nivel de cualquier oponente que le pusieran enfrente, ganando Novato Defensivo del año.
Desde ese punto lo único que ha hecho es seguir mejorando. A pesar de ser un jugador pequeño, esto no lo ha detenido en su destrucción semanal de ofensivas contrarias, siendo considerado ya por algunos expertos en la misma categoría que los más grandes defensivos de todos los tiempos, como Lawrence Taylor y Reggie White, ambos miembros del Salón de la Fama. Su combinación única de fuerza, velocidad, aceleración, técnica, y un motor imparable lo vuelve una pesadilla para cualquier liniero que tenga la tarea de bloquearlo.
A pesar de utilizar dos o hasta tres bloqueadores en su contra para intentar detenerlo, aún no hay una respuesta ante el dominio absoluto presentado por este increíble jugador, quien es el favorito a ganar el premio de Defensivo del Año para esta campaña.
En la historia de la liga, muy pocos equipos han logrado tener un cambio tan drástico de una campaña a otra como lo han hecho los Rams este año. Uno de los pocos equipos con los que podrían comparar sería con los mismos Rams de 1999, quienes igualmente tuvieron la ofensiva número uno de la liga un año después de ser un terrible equipo. En aquella temporada consiguieron el único trofeo Lombardi que tiene el equipo.
¿Podrán estos nuevos Rams seguir los pasos de sus antecesores y finalizar la temporada como campeones?