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¿Debe irse Jason Garrett de los Cowboys?

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La temporada de los Dallas Cowboys va en declive. Los últimos partidos han hecho que la duda acerca de la continuidad de Jason Garrett crezca entre los aficionados al equipo de la estrella solitaria. Pero fuera de lo vivido en las más recientes semanas, el head coach del conjunto de Texas no ha trascendido y no ha logrado que el equipo dé ese salto de calidad que los lleve a postemporada.

La temporada anterior, los Cowboys sorprendieron a propios y extraños con una de las duplas más infravaloradas de la NFL: Ezekiel Elliott y Dak Prescott. El corredor y quarterback del equipo, respectivamente, funcionaron casi a la perfección para terminar la temporada con un récord de 13 partidos ganados y únicamente tres derrotas, es decir, un porcentaje de .813 total.

A pesar de ello, Garrett confió en que ‘Zeke’ y Prescott volverían a sacar adelante al equipo, pero no contó con que la NFL suspendería a su corredor estrella. Aunque el equipo intentó mantener a Elliott sobre el terreno de juego, la justicia determinó que el número 21 de Dallas debía perderse seis partidos de esta temporada. Sin Ezekiel, los Cowboys han sido incapaces de demostrar su calidad.

Desde su suspensión, Dak Prescott ha lanzado cinco intercepciones, cero touchdowns y promedia 166 yardas por juego. El sistema ofensivo fue incapaz de corregir su ausencia con Alfred Morris y confió demasiado en un mariscal que apenas está en su segundo año como profesional. Aunque el equipo cuenta con un gran cuerpo de receptores (Beasley, Witten, Bryant, entre otros), es fundamental correr el ovoide para quitarle peso de encima a Dak.

Aunque los reflectores sigan al dorsal número 4 de Dallas, en realidad es un error de Garrett. En el partido de Thanksgiving ante Los Angeles Chargers en el AT&T Stadium, el equipo comenzó a correr adecuadamente el ovoide ante la peor defensiva en contra del acarreo. Esto no lo aprovecharon los locales e insistieron el darle a Prescott más oportunidad de lanzar, hasta que los errores comenzaron a hacerse presentes.

Desde su llegada a Dallas, Jason Garrett no cuenta con los mejores números como para respaldar su puesto como entrenador en jefe. Tras 8 años como HC, Garrett ha dirigido 115 partidos; 63 victorias y 52 derrotas para un promedio que apenas supera la media: .548 desde 2010 hasta la semana 12 de 2017.

Después de su mejor temporada el año pasado (récord de 13-3), se esperaba que la franquicia no tuviera problema para liderar su división, pero ahora marchan con marca negativa y sus aspiraciones de alcanzar playoffs se ven cada día más lejanas. Philadelphia ya tiene prácticamente asegurado el título del Este de la NFC y los puestos de comodín son bastante reñidos en esta conferencia para Dallas y su marca de 5 partidos ganados por 6 descalabros.

Aunque el dueño de la franquicia, Jerry Jones, anunció después de la derrota de ayer ante los Chargers que Garrett tiene su puesto asegurado, el propietario podría tener poca paciencia si el equipo no llega a los playoffs. Sin ‘Zeke’, el entrenador no ha sido capaz de modificar su esquema para no depender, como se ha demostrado desde la llegada de Elliott a la NFL, del running back proveniente de Ohio State.