NFL
Habrá nuevo estadio en Las Vegas; ahí jugarán los Raiders
El gobernador de Nevada promulgó el lunes una ley que allana el camino para la construcción de un estadio en Las Vegas, donde jugarían los Raiders, aunque hace falta la aprobación de los dueños de la NFL para que el equipo se mude de Oakland.
Brian Sandoval, gobernador republicano, se unió al dueño de los Raiders, Mark Davis, y a varios trabajadores de la construcción, que llevaban cascos protectores, en la ceremonia realizada en la Universidad de Nevada en Las Vegas. Participaron también algunos seguidores enmascarados de los Raiders y el grupo de animadoras del equipo, así como una banda que interpretó “Viva Las Vegas” después de que Sandoval firmó el acuerdo.
El equipo de la Universidad podría utilizar también el estadio techado y de 65.000 butacas.
“Las Vegas está lista para esto. Nevada también”, dijo Sandoval en una entrevista posterior a la ceremonia. “La mejor marca del planeta se une con una de las mejores marcas del deporte profesional. Es de verdad una de esas situaciones en las que uno más uno suman tres”.
Por estrecho margen, los legisladores de Nevada aprobaron la semana pasada, en sesión especial, un acuerdo que eleva los impuestos hoteleros en el área de Las Vegas a fin de recaudar 750 millones de dólares para un estadio y al menos 400 millones más para ampliar y renovar el Centro de Convenciones de la ciudad.
En términos de dólares, se trata de la contribución pública más cuantiosa realizada jamás para un estadio de la NFL, aunque la participación de dineros públicos sobre el costo total —39%— está a la par de otros estadios con localidades de tamaño similar.
Sheldon Anderson, magnate de los casinos, invertirá 650 millones de dólares en el proyecto, mientras que los Raiders y la NFL desembolsarán 500 millones. Los críticos han considerado que el acuerdo constituye una estafa, pues da prioridad al legado de uno de los hombres más ricos del mundo, por encima de las necesidades más apremiantes de Las Vegas, como la mejora de las escuelas y la construcción de centros de atención para enfermos mentales.
Cualquier reubicación requiere del visto bueno de tres cuartas partes de los dueños de los equipos de la NFL. En una postura históricamente conservadora, esos empresarios han rehuido la posibilidad de llevar un equipo a Las Vegas por ser una ciudad donde resulta legal apostar a eventos deportivos.
Davis dijo que prefiere no especular sobre si suficientes propietarios darán su aprobación.
Sin embargo, rechazó las conjeturas de que esté apoyando el plan de Las Vegas como una forma de obligar a que Oakland construya un estadio a fin de que el equipo permanezca ahí. Enfatizó que prefiere mudar el equipo a Las Vegas y no al sur de California, lo que constituye otra opción.
“Hice un compromiso con el gobernador de Nevada”, dijo Davis después de la ceremonia. “Jamás usé otra ciudad como una palanca”.