NFL
Disfruta Cam del juego
En los últimos instantes de un partido extraño, que estaba empatado a 35 ante los Gigantes de Nueva York, el mundo se les venía encima a los Panthers, y los ánimos estaban candentes en cada jugada. Pero Cam Newton parecía sereno a un costado del campo.
Desde luego, Carolina había dilapidado recién una ventaja de 28 puntos como visitante. Pero la expresión de Newton era la de un hombre que parecía tener la certeza de que ganaría el encuentro.
Lo sabía.
Esa es la actitud del quarterback de Carolina, quien conquistó el Trofeo Heisman y el campeonato colegial en Auburn, fue primera selección del draft y ahora, en su quinta temporada, luce como el candidato principal al premio para el Jugador Más Valioso de la NFL, con el equipo que mejor foja ostentó en la temporada regular.
“No me pongo nervioso”, aseguró Newton. “He jugado mucho tiempo a esto para ponerme nervioso. He soñado con encontrarme en esta situación”.
La situación es nada menos que el partido por el título de la Conferencia Nacional. Si ganan, los Panthers avanzarán al Super Bowl, algo que no consiguen desde 2003.
Newton tendrá frente a sí a los Cardinals de Arizona, en el encuentro del domingo.
“Por esto es por lo que uno juega fútbol americano”, afirmó Newton, cuya confianza ha quedado de manifiesto cada semana.
Es visible cuando pone fin a la reunión en la que da instrucciones, y cuando se coloca detrás de la línea y echa un vistazo a los defensores rivales. También cuando elude a un adversario de casi 130 kilogramos.
¿Hay otro quarterback que haga eso y que no se apellide Roethlisberger?
Y Newton suele encontrar a un receptor desmarcado. O puede escaparse, echando por delante sus 111 kilogramos (245 libras), en forma temeraria ante contrincantes que pesan más.
No obstante, el entrenador Ron Rivera considera que Newton es un “niñote” a quien le gusta divertirse en el terreno.
Durante los entrenamientos, es posible ver que Newton canta entre una jugada y otra. Otras veces extiende los brazos, como si fueran alas, mientras corre. Tras anotar, celebra con pasos de “hip hop” o corre hacia la valla y le obsequia el balón a algún niño.
Se le ha visto en numerosos proyectos comunitarios en el área de Charlotte durante el receso entre temporadas. En muchos de esos actos participan niños.
“Cuando me ven jugar, ven a un niño”, reconoció Newton. “Algunos consideran que eso es inmadurez. No me importa”.
Los rivales perciben la energía de Newton.
“Es contagiosa”, opinó Calais Campbell, tacle defensivo de Arizona. “Uno observa que todo el equipo se alimenta de él. Eso es lo que debe ser el quarterback, un chico que encienda el fuego y lidere a la tropa. Pienso que el corazón de su equipo se nutre definitivamente de su energía. Entiendo por qué lo hace. Parece divertirse ahí”.