NFL
Deja la NFL pésimo precedente
Marshawn Lynch se robó por momentos la atención durante la semana previa al Super Bowl XLIX. Para todos es sabido que no le gusta atender a los medios ni responder preguntas y cuestionamientos; el tendrá sus razones para no hacerlo.
Nadie sabía si se aparecería en el Media Day y en las sesiones de atención a medios en el hotel. Lynch estuvo en todas y cada una de ellas en las que tenía que estar; con frases como “estoy aquí para que no me multen”, “ya saben por qué estoy aquí”, Marshawn cumplió según los estándares de la NFL.
La Liga hoy ha decidido que el RB estelar de Seahawks cumplió con su obligación de atender a la prensa; sentando así un pésimo precedente.
Todos y cada uno de los contratos de jugadores contiene una cláusula por medio de la cual están obligados a atender a los medios. Dicha cláusula establece a la letra lo siguiente: “El Jugador cooperará con los medios y participará, solicitud de por medio, en actividades razonables para promover al Club y a la Liga”.
Así que esto de atender a los medios no es un asunto de querer o de estar de buenas para hacerlo, es una obligación para todos los jugadores de NFL.
Si a algún jugador no le parece, la salida es sencilla, que no firmen su contrato y se dediquen a otra cosa. Las cláusulas de un contrato y las contenidas en las políticas de la liga están para cumplirse.
El principal problema de esta cláusula era su ambigüedad. ¿Qué es cooperar de manera razonable?
Si bien la cláusula continúa siendo ambigua per se; hoy la NFL, a través de su vicepresidente de operaciones Michael Signora ha definido de cierta manera esto. Para la NFL Lynch cumplió con todas sus obligaciones de atender a los medios, es decir que el sentarse durante un determinado lapso de tiempo y responder con evasivas y/o incoherencias una y otra vez es más que suficiente para la liga.
Esta resolución va en directo detrimento de la labor periodística, pero aún más en contra del aficionado que cada vez está más ávido de historias y declaraciones por parte de los jugadores que siguen semana a semana. Si no creen lo anterior, solo basta con haber escuchado los múltiples abucheos a los que fue objeto el propio Lynch por parte de los fans que estuvieron en el US Airways Center durante el Media Day.
Quizá nosotros los periodistas tuvimos el error de darle tanto seguimiento a un jugador que no tiene ni las más remotas ganas de hablar. ¿Qué hubiera pasado si nadie se hubiera acercado a Lynch durante las sesiones de medios y en el Media Day? Al final de cuentas, no hubo nada que saliera de la boca de Lynch que diera material para hacer una historia o un reportaje de calidad, quitando obvio la historia de su aborrecimiento por atender a los medios.
La NFL ha sentado un precedente importante, cobijando a un jugador, utilizando una ambigüedad legal. Todo quedó a expensas de la interpretación que la propia NFL le quiso dar.
Marshawn Lynch se asesoró de manera perfecta y se salió con la suya.
Eso ya está resuelto y está en el pasado. Sin embargo, este asunto no acaba aquí. Lo peor de todo es lo que podría suceder en el futuro.
¿Qué pasará si más jugadores toman la postura de Lynch sabiendo que no serán multados por la NFL? Un jugador en el futuro bien podría sentarse frente a los medios a contestar incoherencias o de manera evasiva y nada pasaría porque estaría cumpliendo su obligación de atender a los medios.
Su obligación es contestar, pero nada obliga a dar respuestas de calidad. Lynch no es al único que le molesta atender a los medios. Y suponiendo sin conceder que algún jugador fuera multado, podría fácilmente apelar la sanción utilizando el caso de Lynch como precedente.
Es buen momento para que la NFL revise sus políticas de atención a medios y sea más específica en cuanto a los términos “cooperar” o “participar”. En asunto de esta naturaleza no debe volver a estar sujeta a discreción o interpretación de la propia liga. Todos los involucrados deseamos y merecemos reglas claras, es en beneficio de todas las partes.