Regresa Peyton Manning a entrenar

A juzgar por la escasez de jugadores que trabajan a un costado con el entrenador de fuerza y acondicionamiento, Luke Richesson, la semana de descanso hizo mucho bien a los maltrechos Broncos de Denver.

Denver había incluido a 22 jugadores en su reporte de lesionados antes del partido contra Oakland con el cual concluyó la temporada, cuando el profundo David Bruton Jr. y el guardia izquierdo Orlando Franklin sufrieron conmociones cerebrales.

Ellos fueron los únicos jugadores que no se encontraban entre las líneas cuando los Broncos (12-4) iniciaron sus preparativos con vistas a su juego de playoffs contra Indianápolis (12-5).

Entre quienes más sobresalieron estuvieron Peyton Manning (37 años) y el tacle número uno (torcedura en el pie). Manning permaneció sentado durante todas las prácticas de la semana pasada mientras que Marshall entrenó por primera ocasión desde que el 14 de diciembre se lastimó en San Diego.

“Sí, hacía mucha falta”, dijo el profundo en su cuarto año como profesional Rahim Moore. “Yo lo necesitaba, nuestro equipo lo necesitaba, especialmente hombres como Peyton, quien ha estado jugando desde que yo nací”.

A menos que el cinco veces JMV se sienta, quizá Manning desee saber que Moore también lo comparó con un convertible deportivo de lujo, no una vieja carcacha.

Moore dijo que el descanso “fue bueno para Peyton porque lo recarga, lo refresca. Él es un hombre mayor. Lo necesita. No se puede manejar un Ferrari, o mejor dicho, un Bugatti, demasiado. Él es nuestro Bugatti. Es lo que Peyton representa para su equipo, así que hay que darle algo de descanso”.

Después del tuneup, los Broncos están ansiosos por volver a encender el motor.

“Tenemos que ponernos a trabajar otra vez”, dijo Moore. “Pasamos de 100 millas por hora a cero. Ahora estamos tratando de volver a las 100”.

En los campos adornados con un pie de nieve a Manning y Marshall los estuvieron acompañando los receptores Demaryius Thomas (tobillo, dedo), Emmanuel Sanders (espalda) y Wes Welker, los cuales se ausentaron del par de entrenamientos bajo techo previos al receso de tres días.

El ala cerrada Julius Thomas, quien contra Indianápolis hizo tres atrapadas de touchdown en el partido inicial de la campaña regular, fue uno de los jugadores que más agradeció el receso. Lo ha estado molestando un dolor en el tobillo y desde el 9 de noviembre no ha llegado a la zona de anotaciones.

“Para mí fue una gran semana. Fue bueno tener algo de descanso”, dijo. “Todos los doctores le dicen a uno que lo más importante es descansar, pero a mediados de la temporada eso resulta difícil”.

Habiendo tenido en septiembre su semana de descanso, los Broncos sintieron que no tener que jugar durante el fin de semana de los comodines les sabría a gloria. Ahora, es cuestión de asegurarse de que todo el descanso y la relajación no se convierta en polvo y ruina.

“Este año nuestra semana de descanso fue antes que la mayoría, probablemente la más temprano que yo he tenido”, dijo el entrenador John Fox. “Así que en ciertos sentidos fue todavía más importante tener un descanso este año.

Pero es como sostener una gelatina. No hay respuesta perfecta. Alguien mencionó que seis de los últimos nueve campeones del Super Bowl salieron en la ronda de los comodines. Así que en realidad la clave sólo es dar nuestro mejor futbol al llegar a la élite de los ocho, haya llegado uno como haya llegado”.