Subastarán artículos del Silverdome

El Pontiac Silverdome fue el sitio donde Elvis, Led Zeppelin y los Rolling Stones tocaron. Y el Papa Juan Pablo II rezó. Es donde Barry Sanders y Isiah Thomas se convirtieron en leyendas deportivas para Detroit.

Una maravilla de ingeniería de los 1970s, el estadio cubierto con una capa recubierta de Teflon de 10 acres sostenida por aire llegó a ser el lugar para los grandes eventos; el Super Bowl, las Finales de la NBA, La Copa del Mundo, WrestleMania.

Hoy en día, el inmueble de 80 mil asientos situado al norte de Detroit es un cascarón de lo que solía ser. El inclemente clima de Michigan acabó con el techo, de las cuales largas tiras cuelgan desde lo alto o están esparcidas sobre el suelo del estadio.

Los elementos han generado un caos. Sin electricidad, los interiores del estadio son oscuros y están infestados por hongos. La superficie de juego, ahora llena de hierbas, y sobre la cual Sanders hacía ver mal a los defensivos, ahora flota sobre un pie de agua simulando un nenúfar inmenso. Los trabajadores ahuyentaron a un par de zorros que vivían bajo los restos del techo que cubrían una sección de asientos azules en la parte más baja.

El actual propietario del Silverdome –una empresa de inversiones que intentó revivir al inmueble con eventos como peleas de boxeo y juegos de balompié en años recientes– está determinada a rescatar lo más posible antes de que sea demasiado tarde, colocando en subasta cualquier cosa rescatable, a partir del próximo miércoles.

“Cada objeto comienza en 5 dólares. Si no obtenemos eso, se va a la basura”, dijo Jim Passeno de RJM Auctions, que está administrando la subasta en línea que correrá hasta el 29 de mayo.

Entre los 4 mil objetos disponibles, hay calentadores de pretzels, un cuadrilátero de boxeo, una máquina Zamboni, televisiones de pantalla plana y marcadores electrónicos. Una pre-subasta de los asientos de Silverdome ya está en proceso.

Triple Investment Group LLC, que adquirió al Silverdome por apenas arriba del medio millón de dólares en el 2009, no ha anunciado que planea hacer con la estructura, según Passeno, dejando en duda su futuro, muy similar a su sede hermana en el sur.

El destino del Astrodome de Houston ha estado en el limbo desde que votantes fracasaron el año pasado para aprobar un referendo que hubiera autorizado hasta 217 millones de dólares en bonos para convertir a la llamada Octava Maravilla del Mundo en un centro de convenciones y eventos. El estadio icónico, que abrió una década antes del Silverdome, cayó en el deterioro. Los asientos del estadio, pedazos de la superficie de pasto artificial y otros objetos fueron vendidos al público a finales del año pasado.

La subasta del Silverdome incluye el viejo marcador usado por los Pistons de la NBA, así como una sección de la superficie de las diagonales empelado por los Lions antes de que el equipo se mudara al Ford Field en el 2002.

Y mientras Passeno ha escuchado de un número de fanáticos de Elvis pidiendo recuerdos relacionadas al show del Rey aquí, no queda nada.

Aún así, corre el tiempo para llevarse a casa un pequeño pedazo de la historia del Silverdome, dijo Passeno.

“Los activos simplemente se están destruyendo por el ambiente a cielo abierto”, declaró.