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Hunde a Delfines nulo ataque terrestre

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Inclusive en la era de Dan Marino, cuando los corredores eran simples señuelos, los Delfines de Miami tenían mayor énfasis en el juego terrestre que el equipo de éste año.

Los Dolphins han acarreado menos de 22 veces el balón por partido, su promedio más bajo desde 1988; y el tercer peor promedio en la NFL. Sólo tuvieron 12 intentos por tierra en la derrota del domingo 19-0 ante los Bills de Buffalo, abriendo de nueva cuenta el debate sobre el balance de jugadas por aire y por tierra, o en su defecto el nulo equilibrio.

Encontrar una forma de revertir esta situación será vital para los Delfines (8-7) si desean calificar a la postemporada. Para ganar el último boleto a la ronda de comodines de la AFC, necesitan vencer el domingo a los Jets de Nueva York, y esperar la derrota de los Cuervos de Baltimore o una victoria de Cargadores de San Diego.

Los Dolphins se mantienen en la lucha por la postemporada a pesar que su ataque terrestre ha sido prácticamente inexistente por momentos, incluyendo el partido en Buffalo. Corrieron para dos yardas ante los Bucaneros de Tampa Bay, 14 ante los Bills, 20 contra los Cleveland Browns y finalmente para 22 ante los Ravens.

“Esto se debe a nuestra habilidad o inhabilidad para ejecutar”, sentenció el coordinador ofensivo Mike Sherman.

Una línea ofensiva parchada, disminuida por el escándalo de hostigamiento, no encuentra la manera de abrir huecos para sus corredores. Rara vez los corredores rompen tacleadas y los entrenadores se muestran sin confianza para correr.

Daniel THomas

En Buffalo, los Dolphins corrieron en nueve ocasiones en la primera mitad y sólo tres en la segunda. Tuvieron 40 intentos de pase y no lograron jugadas ofensivas dentro de la yarda 30 de los Bills.

Cuando las órdenes no salen, el encargado de llamarlas se frustra. Sherman reconoció que perdió confianza en el juego por tierra.

“De esos 12 acarreos, el más largo fue de 3 yardas. El hecho de no producir me llevó a buscar otra dirección”.

Joe Philbin, entrenador en jefe, indicó que le gustaría ver más entregas a los corredores.

“Me hubiera gustado que corriéramos más de 12 veces el otro día”, indicó. “También me gustaría tener acarreos superiores a 3 yardas”.

La falta de una amenaza del juego por tierra le ha permitido a las defensivas enfocarse en presionar al mariscal de campo; Ryan Tannehill ha sido capturado 58 veces, marca de la franquicia y el registro más alto de la NFL. En Buffalo fue detenido en siete ocasiones, incluyendo una que lo mandó por un momento a las laterales con una lesión en la rodilla izquierda. Más adelante, el egresado de Texas A&M señaló que estaba bien.

La defensiva terrestre de Jets de Nueva York permite un promedio de 3.3 yardas por acarreo, la mejor marca en la NFL.

En el primer enfrentamiento de la temporada, Miami obtuvo 125 yardas por tierra y 453 en total, mejor marca de la temporada, para llevarse la victoria 23-3.

Los Dolphins han ganado los últimos cuatro partidos en los que han superado las 100 yardas por tierra. Pero apenas están promediando 90 por encuentro, poniéndolos en el lugar 26 de la liga.

Los dos mejores corredores de Miami, Lamar Miller y Daniel Thomas, están promediando menos de 4 yardas cada vez que tocan el balón. La última vez que eso ocurrió con los Dolphins fue en 1999, la última temporada de Marino.

Miller tiene dos anotaciones, lo que marca el registro más bajo desde 1980 para un jugador de los Dolphins que lidera éste departamento. Está en el 28° puesto de la liga en yardas por tierra con 636, y Thomas aparece hasta el lugar 50 con 406.

Los Dolphins han llamado sólo el 35 por ciento de sus jugadas por tierra. Los únicos equipos por debajo de ellos son Cleveland y Atlanta. Los Broncos corren el 40 por ciento del tiempo, a pesar de tener a Peyton Manning, quien tiene 51 pases de anotación.

“Debemos de lograr mezclar las jugadas y poder hacer ambas cosas”, externó Sherman, “y creo que tenemos la habilidad de hacerlo”.