Mark Sanchez camina en el alambre

¿Han visto alguna vez una caricatura donde un mago o payaso malabarea al mismo tiempo cinco o seis sierras eléctricas, varas en fuego o bombas?

Seguramente sí.

Pues ese mago, o mejor dicho, payaso, es Rex Ryan en este momento. Y no está malabareando bombas o sierras eléctricas, sino algo mucho más peligroso. Carreras de quarterbacks. Egos. Personas que a lo mejor no son competentes, pero si competitivas… o al menos uno quisiera pensar eso.

Y es con la selección de Geno Smith, el fichaje de David Garrard, la inestable permanencia de Mark Sanchez y demás, el rollizo Rex tiene las manos llenas. Y el panorama no se ve muy alentador, al menos para los Jets.

Menos mal que se decidieron a darle las gracias al show cómico-mágico-musical de nombre Tim Tebow. De lo contrario, los Jets serían más aptos para la WWE que para la NFL.

El gerente general del equipo, John Idzik señaló después del draft que tanto Sanchez, como Garrard, como Smith, como Greg McElroy y Matt Simms competirían por la titularidad en el equipo. Muchas opciones, pocas soluciones.

Sanchez, quien con la saga Tebow demostró tener la fortaleza mental de un chihuahueño, lleva todas las de perder. Entre su mala reacción a la competencia y a la atención mediática y su jugoso sueldo tiene que hacer una pretemporada perfecta para hacer el equipo.

Pero si hablamos de capacidades meramente deportivas, tendría que ser el ganador de esa competencia entre cinco. Sí, así lo veo yo. Sin importar que haya perdido 52 balones en las últimas dos temporadas. Cincuenta y dos series ofensivas que nunca fueron gracias a él, y aun así, creo que tiene las mejores opciones de ser el titular.

A menos que Idzik, quien se ganó su trabajo ajustando nóminas y topes salariales en lugar de detectando talento, diga lo contrario. En verdad, es que pocos lo podrían culpar si corta a Sanchez, pero hacerlo no sería lo más conveniente.

¿Por qué?

Aquí es donde está la carnita del asunto.

¿Quién sería el más apto para reemplazar a Sanchez detrás del centro de los Jets?

Obviamente Tebow no lo fue. McElroy tampoco, porque si lo hubiera sido en el poco tiempo que tuvo para demostrar que podía, no estaría escribiendo estas líneas.

¿Matt Simms? Por favor…  Sus mayores logros son haber sido el espermatozoide más rápido de Phil Simms y haber ido a Tennessee, en parte, gracias al apellido que vino como premio al ganar esa carrera proteínica. Descartado.

La carrera por el trabajo de Mark Sanchez es entre dos. Un potro cansado, viejo y oxidado y uno salvaje, indomable e inmaduro.

Cuando el equipo firmó a David Garrard, se había mencionado que llegaba para ponerle presión a Sanchez, para sacarlo de su zona de confort y en el entendido de que sería el reserva. Creo que era una situación benéfica para todos. Mark dejaría de estar tan cómodo sin soportar la presión y circo mediático de Tebow, Garrard volvería a la Liga y todos contentos.

Ahora resulta que no es el caso. Que Garrard tiene las mismas opciones de iniciar partido. Mismas opciones, en el papel.

Y es que estamos hablando de un pasador que el año pasado no estuvo en la Liga, que cuando buscó chamba no lo quiso ni Arizona, que prefirió iniciar con figuras de la talla de John Skelton y Ryan Lindley. Estamos hablando de un quarterback propenso a lesiones (solo tres campañas de 16 juegos) y mismo número de campañas ganadoras. No es como si Rex Ryan se haya ganado un pase a un buffet, o sí?

El otro que le puede hacer sombra a Mark, es un muchacho desubicado, que le presumió a sus amigos que podría ser primera ronda global del pasado draft, que en el peor escenario iba a ser selección Top 10. Y que “resbaló” a la segunda ronda. El espíritu competitivo y la madurez lo llevaron a despedir a sus agentes al día siguiente.

No solo eso, de acuerdo a varios reportes, lo que tiene en talento (42 touchdowns el año pasado), lo tiene en desidia y es que varios equipos lo invitaron a pláticas pre-draft y el muchacho en lugar de conocer directivos, entrenadores y familiarizarse con la institución se la pasaba en el teléfono celular. Espero que al menos haya pasado el nivel 65 de Candy Crush, de lo contrario habrá sido un desperdicio completo.

Entonces los candidatos son:

–          Un jugador frágil, oxidado y con muy poca gasolina en el tanque

–          Un jugador con dudoso liderazgo, déficit de atención y ensimismado (justo lo que necesita el vestidor de los Jets y Santonio Holmes en particular)

–          O un jugador de carácter endeble, que conoce el sistema y que los guió a sus más recientes éxitos.

La respuesta parece obvia, repito, si el contrato de Sanchez le permite seguir vestido de verde y blanco en septiembre.

De todas maneras, sea quien sea el que esté detrás del centro por los Jets no tendrá un panorama sencillo. La ofensiva está más flaca que actriz de telenovela. El grueso de los refuerzos en el draft vinieron en el lado defensivo del balón, para gusto y complacencia de Rex Ryan. Sea Sanchez, Smith o Garrard, tendrán que hacer maravillas con el “talento” alrededor, eso mientras intentan mantener su chamba, o en algunos casos su carrera.

Ese si es un buen acto de malabarismo.

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