De Tocho
Tendencias en la temible defensiva de los Bears
Nagurski, Butkus, Singletary, Dent… Urlacher, Briggs, Jennings, Peppers. ¿Ven la tendencia?
Tendencia, no comparación por favor. Hacer una es algo absurdo, incluso obsceno. Ninguno de los actuales está en el mismo renglón. Solo quería dejar en claro que en Chicago una buena defensa es cuestión de historia, de honor, de orgullo.
La defensa actual de los Osos haría orgullosa a cualquiera de sus antecesoras… No desentonaría con ninguna de ellas.
Si, esta defensa permite yardas. Muchas. Pero eso no importa, al final del día son los puntos los que marcan la diferencia.
Y esta defensiva no solo no los permite, sino que los anota a un ritmo espeluznante. La intercepción de Brian Urlacher ante los Titanes se convirtió en el séptimo touchdown que anota la defensiva de los Cariñosos en los primeros ocho juegos de la temporada. Y si eso no les dice todo lo que necesitan saber, entonces estamos locos todos.
Esos son tres touchdowns menos de los que tiene la OFENSIVA de Jacksonville en la temporada. Esa si es una estadística ofensiva en toda la extensión de la palabra.
Pero volvamos con los Monstruos del Midway, y pongámoslos en un contexto mucho más acorde. La defensiva icónica del equipo, la del 85, anotó únicamente cinco veces tras nueve semanas. Si ese no es contexto suficiente, entonces veamos al último equipo de Chicago en llegar al Super Bowl, el de 2006, sí, ese equipo de Thomas Jones y Rex Grossman y de la defensiva con tres regresos anotadores.
Queda claro que Chicago sabe ganar con defensiva, porque créanme que gracias al vertical y explosivo juego de sus quarterbacks no es.
Ninguna defensiva de los Osos había sido tan explosiva y agresiva a la hora de buscar las diagonales. NINGUNA. Eso, en un equipo de tanta riqueza histórica es algo de mucho peso y que pone a pensar a cualquiera.
Incluso a mí. Si, a uno de los pocos que puso a los Osos en playoffs antes de que arrancara la campaña. Alguien que puso a Lovie Smith en la cima de sus candidatos a Coach del Año. Ahora, con los playoffs más que a la vista, Chicago tiene con qué soñar, tiene una oportunidad de oro de sorprender a propios y extraños.
Poseedores, luego de ocho semanas, del mejor registro en la NFC, en estos momentos tendrían la voz cantante para tener todos los playoffs en el Soldier Field. No quisiera ser uno de los guapos que se meta ahí en diciembre y enero, cuando uno va al baño y hace en cubitos.
Si los Osos ya llegaron a Super Bowls con Grossman o McMahon en los controles, no es descabellado pensar en que pudieran hacerlo con Cutler. A fin de cuentas, Jay Cutler, aunque apático como pocos, con esa cara de payaso y esa actitud de desdén, es un tipo talentoso. Recuerden que es parte de la laureada generación de 2006 que incluye figuras de la talla de Matt Leinart y Vince Young.
Ah, solo bromeaba.
El punto es que estos Osos tienen un esbozo de ofensiva, capaz de llevarlos hasta Nueva Orleáns el primer domingo de febrero. O si no, con la pura defensa tienen para ir a donde quieran
Pensamientos al azar de la semana 9
El primero y más importante:
No contento con haber sodomizado a los Santos y arruinarles toda la temporada de 2012, Roger Goodell ahora busca humillarlos. El equivalente a tomarle fotos vestido de mujer, a la Oscar de la Hoya.
Pues resulta que la brillante idea del Comisionado del Mal es anular la extensión de contrato de Sean Payton con los Santos, lo que significa solo una cosa. Que a Nueva Orleáns se lo va a volver a llevar el carajo, como si un huracán y un comisionado no fueran suficientes.
¿Por qué lo digo? Porque desde ya, Jerry Jones está acomodando los fajos de billetes en el portafolio para ir con Sean Payton a pedirle que vuelva al redil. Se los firmo.
Otra garantía, pero en un tema muy distinto es la de Andy Reid, quien estoy seguro, vive sus últimos juegos al frente de Fily. Vick tal vez se salve, pese a las peticiones de lo contrario por parte de su hermano Marcus.
Sonará cruel de mi parte, pero estoy seguro que uno de los motivos por los que Andy Reid sigue con chamba es porque al dueño Jeffrey Lurie le pesaría mandar el gordo trasero de Reid a la calle tres meses después de que se le muriera su hijo. Lo que habla muy bien de Lurie como persona, y muy mal como hombre de negocios.
Andrew Luck es muy bueno… y va a ser mejor lo que asusta a cualquiera que tenga intereses en algún equipo de la AFC que no esté en el Estado de Indiana.
Hablando de los Colts, felicidades al Coach Pagano, cuya leucemia se encuentra en remisión, siguiendo con los Potros, ¿ya se dieron cuenta a quién se parece Bruce Arians? No mientan, ya sabían que se parece a Darth Vader sin casco.
Una encuesta votó a Rex Ryan como el más inflado miembro de la NFL. Yo le hubiera dado ese honor a la más reciente factura de Romeo Crennel en McDonalds.
Para terminar, una semana de 10-4 que nos mantiene en buen lugar en los pronósticos. No fue la mejor, hubo un par de juegos que debí haber leído más con la mente que con el corazón, pero ni hablar.
Una disculpa a los que les costé dinero esta semana. Pero si les sirve de consuelo, yo tampoco le pude echar al cochinito (Gracias, Delfines).
Por León Felipe Girón @DeTocho_Mx