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Super Bowl

Surgen nuevos candidatos para el Super Tazón

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Ahora que el primer Super Bowl en el área de Nueva York/Nueva Jersey fue todo un éxito para todos, excepto para los Broncos de Denver y sus aficionados, los propietarios de equipos de la NFL en otras ciudades de clima frío están en la fila para que el gran juego se realice en sus estadios.

Filadelfia, Washington, Chicago, Nueva Inglaterra y Denver están entre los lugares que pueden presentar su candidatura para ser organizadores. Los próximos tres Super Bowls se realizarán en Glendale, Arizona (2015); Santa Clara, California (2016); y Houston (2017); y la edición del 2018 se jugará en Indianápolis, Minneapolis o Nueva Orleáns.

Por lo tanto, la siguiente oportunidad para organizar un Super Bowl al aire libre en una ciudad de clima frío será en el 2019. Sin embargo, no necesariamente significa que hará frío. Después de todo, la temperatura era de 49 grados Fahrenheit (9.4 grados Celsius) cuando inició el Super Bowl en el MetLife Stadium el domingo por la noche.

Mientras tanto, la temperatura alcanzó los 54 grados Fahrenheit (12.2 grados Celsius) en Filadelfia el día del partido; 62 (16.7) en Landover, Maryland; y 51 (10.6) en Foxborough, Massachusetts.

“Philly sería un gran lugar para organizarlo. Lo tiene todo”, declaró la semana pasada el propietario de los Águilas de Filadelfia, Jeffrey Lurie. “Cuenta con toda la infraestructura, es la cuarta ciudad más grande del país, tiene un buen estadio y una gran afición”.

Sin embargo Lurie no es el único que quiere ver el gran juego en su estadio.

“Queremos un Super Bowl aquí, merecemos un Super Bowl aquí”, expresó el propietario de los Pieles Rojas de Washington, Dan Snyder. “Es la capital del país, tiene sentido”.

El propietario de los Patriotas de Nueva Inglaterra, Robert Kraft, siente lo mismo.

“Nos encantaría albergarlo un día”, sentenció Kraft. “Apoyo el hecho de jugar este partido al aire libre”.

En Chicago, el alcalde Rahm Emanuel ya ha comenzado a tocar el tema con el comisionado de la NFL, Roger Goodell, en nombre de los Bears. Chicago recibió la cumbre de la OTAN en el 2012, un evento al que Emanuel comparó con recibir un Super Bowl.

Goodell no habló del tema cuando se le preguntó si la liga elegiría otra ciudad de clima frío para el juego que define al campeón de la NFL.

“Sabemos que hay un gran interés en otras comunidades para albergar el Super Bowl”, indicó. “Creo que todos vamos a sentarnos a platicar cuando hayamos terminado, pero tenemos un proceso muy agresivo para elegir las ciudades. Recibir un Super Bowl es cada vez más complicado, más complejo, debido al tamaño del evento. Por lo tanto, la infraestructura es muy importante. Necesitamos más de 30 mil habitaciones de hotel para recibir el Super Bowl así que hay comunidades que podrían realizarlo por su infraestructura”.

La declaración de Goodell podría dejar fuera de la lista a Green Bay, sin embargo Filadelfia debe seguir en la pelea con base en ese criterio.

“Creemos que Filadelfia es una gran ciudad con muchos servicios, con grandes instalaciones, una afición genial, un buen sistema de transporte y eso la convertiría en una gran ciudad organizadora”, señaló la semana pasada el presidente de los Eagles, Don Smolenski.

El Lincoln Financial Field, de 11 años de antigüedad, es el escenario principal para el duelo entre Army y Navy, y era una posible sede para la Copa Mundial de fútbol del 2022. El estadio se ha sometido a remodelaciones recientes, incluyendo dos nuevas pantallas de video en la zona final de ambos lados. Eso debe mejorar sus posibilidades.

“Construimos el Lincoln Financial Field bajo la premisa que Filadelfia es una ciudad de clase mundial que merece instalaciones y eventos de clase mundial”, sentenció Smolenski.

Desde luego, el Super Bowl es más que un evento de un día. Se invierte mucho tiempo, dinero y esfuerzo en las actividades de toda la semana previa al partido. Nueva York transformó el Times Square en el Super Bowl Boulevard, una feria al aire libre en la calle más transitada de la ciudad. Había un tobogán de 60 pies de altura en medio de Manhattan, y más de un millón de personas visitaron el lugar durante la semana para disfrutar todas las festividades.